El juez del 'caso Filesa' descalifica al fiscal por querer cerrar el sumario

Marino Barbero, magistrado del Tribunal Supremo que instruye el caso Filesa, ha recriminado con severidad al fiscal del caso, Antonio Salinas, por la "falta de objetividad y de serenidad" que ha demostrado al oponerse a la práctica de una serie de pruebas. En un auto difundido ayer por la acusación, el magistrado recuerda que el deber del fiscal es "procurar el interés social" ante la justicia, y que el Supremo no está investigando la financiación de un partido político (el PSOE), sino presuntos delitos cometidos por dirigentes socialistas. En su escrito, el juez señala que ninguna de las diligencias realizadas o por realizar son "superfluas" -en contra de lo expresado hace unas semanas por el fiscal-, sino que son "esenciales para la verdad de los hechos". Entre las pruebas consideradas innecesarias por el fiscal figuraba la petición a diversas entidades de la realización de informes por los que pagaron importantes sumas de dinero a Filesa, empresa supuestamente utilizada como vehículo para la financiación irregular del PSOE.La resolución del juez Barbero, insólita por el tono de severidad desplegado contra un fiscal del Supremo, subraya que el ministerio público no puede "desoír ni desconocer" el "unánime clamor e interés social para que se investiguen seriamente, por su excepcional trascendencia, los hechos objeto de las querellas". El magistrado considera también que la "verdad histórica" sobre el caso Filesa no se conseguirá "si la investigación se paraliza sin que se hayan llegado a conocer los datos" sobre nuevas diligencias que el propio juez recabó y que recurrió el fiscal.

La Comisión Mixta Congreso-Senado, que se ocupa del problema, votará hoy sobre un informe del Tribunal de Cuentas en el que se exculpa al PSOE por el caso Filesa. También se debatrán dos resoluciones, del PP e IU, que exigen la destitución del presidente del tribunal, Adolfo Carretero.

Ayer el vicesecretario generaldel PSOE, Alfonso Guerra, dijo en Madrid que si el Tribunal de Cuentas hubiera culpado al PSOE, los mismos que ahora piden la dimisión de ese tribunal "habrían hecho unos héroes a Adolfo Carretero [su presidente] y a los demás miembros de ese organismo". El ex vicepresidente del Gobierno añadió que "si los populares o los comunistas tu vieran que soportar una inspección como la que ha hecho al PSOE el Tribunal de Cuentas, como obliga la ley, no serían errores lo que saldría a relucir; sería algo muchísimo más grave".

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