Yeltsin entrega pruebas de que el PCUS autorizó la matanza de miles de polacos
Un emisario especial del presidente ruso, Borís Yeltsin, entregó ayer al jefe del Estado polaco, Lech Walesa, una copia de la decisión del Politburó del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) de matar a casi 15.000 oficiales polacos en marzo de 1940. Los sucesivos dirigentes soviéticos, entre ellos Mijaíl Gorbachov, tuvieron conocimiento, según la parte rusa, de la existencia del documento, que durante décadas se guardó en un archivo secreto en la carpeta número uno.El momento de la entrega de los documentos sobre la matanza de los oficiales polacos en Katyn no parece casual. Fuentes próximas al presidente ruso anunciaron que los documentos se remitirían también al Tribunal Constitucional, que debe dictaminar sobre la ilegalización del PCUS por Borís Yeltsin. El ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov califica el proceso de político y se niega a comparecer ante el tribunal.
La confirmación del hecho de que haya sido el máximo poder soviético el que tomó la decisión de fusilar a 14.700 oficiales del Ejército polaco, que permanecieron en tres campos de internamiento soviéticos desde septiembre de 1939 hasta abril de 1940 conmocionó a la opinión pública en Polonia, aunque ya en 1990 Gorbachov reconoció la responsabilidad soviética en la tragedia.
Pero ayer se supo por vez primera, que la decisión había sido tomada por el Politburó el día 5 de marzo de 1940. En el documento figura, entre otras, la firma del entonces secretario general del PCUS Iósif Stalin.
El emisario especial de Yeltsin trajo a Varsovia otros tres documentos sobre el número de polacos presos en la URSS, el número de fusilados y una orden de Leónid Breznev que clasifica los documentos sobre Katyn como alto secreto.
El destinatario polaco de los documentos, Lech Walesa, calificó ayer la decisión de Yeltsin de "atrevida" y hasta "heroica".
'Jumbo' surcoreano
También ayer, Yeltsin remitió a EE UU y a Corea del Sur los documentos relativos al derribo de un Boeing 747 jumbo surcoreano de transporte civil por un caza soviético en 1983. Los 269 ocupantes, entre ellos 47 estadounidenses, resultaron muertos. El presidente de EEUU, George Bush, agradeció la entrega de los documentos, que contienen las conversaciones registradas en la caja negra del jumbo y que pueden ayudar a esclarecer los hechos nueve años después.
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