"Europa debería olvidar la unión monetaria y diseñar un modelo de federalismo competitivo"
Buchanan se encuentra estos días en España para participar en los debates organizados en torno a Madrid Capital Europea de la Cultura. Este profesor de Economía de Tennessee, instalado en la Universidad de Virginia, pronunció el viernes una conferencia en la Universidad Complutense, muy en su línea de cruzada contra el peso de las administraciones públicas que le valió el Nobel de Economía en 1986.Pregunta. Su visita a España coincide con un momento grave en la economía europea. ¿Cuál es la raíz del problema?
Respuesta. La crisis se ha producido por intentar implementar un sistema de paridades fijas en el Sistema Monetario Europeo en un periodo de grandes cambios en el continente. Las autoridades europeas han sido muy voluntaristas, queriendo hacer muchas cosas en muy poco tiempo y en pleno proceso de integración de las dos Alemanias.
P. ¿Cómo ha afectado la actitud alemana en este proceso?
R. El proceso de reunificación alemana ha sido decisivo en este proceso. Las decisiones del Gobierno de Bonn de dedicar grandes recursos financieros a la reconstrucción de Alemania y el canje, excesivamente beneficioso para el Este, de las dos monedas han obligado a replantearse una nueva estrategia económica. Llucha contra la inflación y las necesidades de financiación le ha forzado a subir sus tipos de interés para conseguir que el capital extranjero acuda al país, y eso ha producido una gran presión sobre el resto de las monedas europeas. Y el Sistema Monetario Europeo ha sufrido las consecuencias.
La ruptura del SME
P.¿Qué consecuencias tendrá la tormenta monetaria sobre la construcción europea?
R. Yo no creo que sea tan malo que se haya roto el SME, porque era excesivamente rígido y estaba dañando el proceso de construcción del mercado único Yo estoy a favor de una Europa federal, pero no creo en la unión monetaria europea. Sería mejor que cada país compitiera en ese mercado libre, con sus propia políticas monetarias y de cambios. Por eso creo que la crisis será positiva a la larga.
P. ¿Debe Europa olvidarse de la unión monetaria?
R. Sí. Exactamente. Creo qu hay que abandonar la idea de una moneda y una sóla política monetaria en Europa. Sería mejor crear una Europa basada en el federalismo competitivo, en la que cada país eligiera sus políticas. Yo soy un defensor de la libre competencia y además creoque eso beneficiaría a los países más pobres de Europa, mientras que los postulados de Maastricht benefician a los ricos.
P. Ése es su consejo. Pero, ¿cuál es su apuesta sobre lo que va a suceder en Europa?.
R. Yo soy optimista. El proyecto del mercado único está todavía vivo y los ciudadanos europeos siguen pensando en términos de una gran Europa, a pesar de la crisis. Se está demostrando que el Tratado de Maastricht fue un exceso de voluntarismo por parte de Bruselas, que siempre intenta armonizar todo por la vía legal. Pero hay una gran diferencia entre lo que los políticos decidieron y lo que piensan los ciudadanos.
P. ¿Cómo diseñaría esa nueva Europa?
R. La clave debería estar en un gobierno central europeo que aglutinara las decisiones nacionales y un Tribunal que asegurara de verdad el cumplimiento de las reglas del libre mercado y evitara que los países pusieran trabas a la libre circulación de productos, personas y capitales. En otras palabras, es necesario un sistema político y judicial que impida la vuelta al proteccionismo y la autarquía en Europa.
P. ¿Esta propuesta incluye el desmantelamiento del poder de la Comisión Europea?.
R. No exactamente. Aunque sí habría que cambiar la filosofía de Bruselas. La burocracia europea parte de una teoría socialista de la economía que debe ser revisada. No hay que acabar con ese poder, pero sí reformarlo.
P. ¿Y Maastricht?
R. Yo insisto en que debe proseguir el proceso de integración europea, pero con otros parámetros. El Tratado de Maastricht supone un impulso a la centralización y la regulación, y olvida la competitividad de los Estados de Europa. Puede servir como marco para un nuevo diseño de la Europa de fin de siglo, pero debe ser reformado -sin duda.La situación de EE UU
P. La crisis no es solo un problema europeo. ¿Cómo está la economía norteamericana?
R. La situación no es buena. Aunque hay dos tipos de problemas diferentes. A corto plazo, las raíces de esta profunda recesión hay que buscarlas en los errores de la política monetaria llevada a cabo por la Reserva Federal de Estados Unidos, que no entendió los efectos de las ayudas que han estado concediendo a las entidades financieras que entraron en crisis durante los últimos años. Nos hemos gastado más de 60.000 millones de dólares anuales en los últimos dos o tres años para salvar esas entidades afectadas por la caída del mercado inmobiliario y eso ha frenado la actividad económica. La FED se ha empeñado además en una política monetaria que no ha dado sus frutos.
P. ¿Y los problemas a largo plazo?
R. El problema básico de la economía norteamericana es el abultado déficit público, que ha acabado con la capacidad de ahorro e inversión privada. Además, el sistema educativo es muy malo y crea mayores disfunciones entre la economía real y la formación de los ciudadanos.
P. ¿Cuál de los candidatos a la presidencia de EE UU ofrece mejores recetas para salir de la crisis?.
R. El único que realmente está haciendo propuestas para solucionar esos problemas a largo plazo es Ross Perot, que no es un candidato real a la presidencia. George Bush tiene ahora un buen programa, pero dice todo lo contrario de lo que ha venido haciendo hasta el momento. Clinton no aporta nada para solucionar los problemas reales, sino todo lo contrario. El programa demócrata es realmente peligroso si se llega a cumplir.
P. No parece muy optimista sobre una rápida recuperación...
R. Tampoco soy pesimista, porque no creo que Clinton cumpla su programa. Confío en que su victoria sea más estrecha de lo que ahora parece y que replantee muchas de sus propuestas. Si gobierna de una forma más práctica, la reactivación llegará antes o después.
P. ¿A quién votará usted?.
R. Yo supongo que votaré Bush, aunque no estoy de acuerdo con lo que ha hecho estos últimos cuatro años. Pero lo haré, como muchos otros, para que la victoria de Clinton no sea tan abultada y no haga una política "excesivamente proteccionista, con tantos impuestos, mucho déficit público y cosas así.
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