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Willy Brandt, patriarca de la socialdemocracia europea, fallece de cáncer a los 78 años

Willy Brandt, el hombre que en sí mismo encarnó el concepto de la socialdemocracia de la posguerra, premio Nobel de la Paz en 1971, falleció ayer en su casa de Unkel, cerca de Bonn, a los 78 años de edad. Había sido operado de un cáncer de intestino en 1991, y siete meses más tarde, en mayo de este año, sufrió una nueva operación. Vivía recluido desde hace varias semanas y resistía los fuertes dolores con inyecciones de morfina. A mediados de septiembre último no pudo asistir al último congreso de la Internacional Socialista celebrado en Berlín. La Radio Alemana dijo ayer que ningún estadista alemán de la posguerra había gozado de tanto prestigio en el extranjero como él.

Willy Brandt, cuyo verdadero nombre era Herbert Ernst Frahm, nació en el puerto báltico de Lübeck en 1913. Ocupó la más alta responsabilidad política de la República Federal de Alemania -fue canciller entre 1969 y 1974-, pese a que durante la II Guerra Mundial se naturalizó noruego. Poco después de que Hitler se hiciera con el poder en Alemania, en 1933, Brandt huyó a Noruega a través de Dinamarca.En el país nórdico empezó una actividad política que le impediría regresar a su país. Su actividad durante los años 30 es incansable tanto en el frente alemán como en la lucha internacional contra el fascismo, lo que llevaría incluso a Cataluña durante la Guerra Civil española. Desde allí escribe informes periodísticos y hace de mediador para los envíos de ayuda humanitaria. En 1938, el régimen nazi le priva de su nacionalidad, y en 1940, cuando Noruega es ocupada por, las tropas del Ejército alemán, es incluso hecho prisionero por los alemanes, pero el destino permite que no sea reconocido. Escapa a Suecia y consigue que el Gobierno noruego en el exilio en Londres le confirme la nacionalidad. En los últimos meses de la guerra entra en su país e intenta reorganizar a grupos de socialdemócratas alemanes.

Vuelve a ser alemán. En poco tiempo se convierte en una figura clave del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y en 1955 preside la Cámara de diputados de Berlín. Dos años después se convierte en el alcalde-gobernador de la antigua capital prusiana. Este cargo le lanza a la popularidad mundial y le convierte en el centro de las miradas de todo el mundo cuando el régimen de la República Democrática Alemana (RDA) empieza a levantar el muro que durante 28 años dividirá la ciudad.

En 1964, tras la muerte de Eric Ollenhauer, es elegido en Bad Godesberg presidente del SPD. Brandt ya había conseguido en 1959 imponer el modelo socialdemócrata con exclusión de, los dogmas marxistas.

Valedor de González.

Un modelo que servirá de ejemplo a la mayoría de los partidos socialistas de Occidente, que durante las siguientes décadas van a ocupar el poder en sus países. Felipe González, con quien Brandt tenía una estrecha amistad, fue un discípulo aventajado del estadista alemán. El cambio de doctrina y de praxis trazado en Bad Godesberg va a permitirle el acceso, primero en 1966, a un Gobierno de gran coalición con la Democracia Cristiana -fue ministro de Asuntos Exteriores-, y, poco después, en 1969, alcanzar el poder y convertirse en canciller de la RFA en coalición con los liberales. Una vez al frente del país transforma el propio concepto del Estado alemán occidental en lo que se refiere a su visión del mundo exterior al concebir la llamada ostpolitik, que consiste en la política de progresiva apertura y acercamiento a los países del bloque soviético.

Su paso por la cancillería federal es breve. En 1974 se descubre que su secretario personal, Günter Guillaume, es un topo de la Alemania del Este. Brant dimite inmediatamente. A partir de entonces dedica su vida al partido y a la Internacional Socialista, de la cual es elegido presidente en 1976, cargo que mantiene hasta el pasado mes de septiembre, en que fue sustituido por el ex primer ministro francés Pierre Mauroy.

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