La Generalitat destituye a Planasdemunt por su relación con el fraude de BFP
El Gobierno catalán se reunió en la tarde de ayer y procedió a la destitución del director del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), Jordi Planasdemunt, que ingresó en prisión el pasado viernes por su presunta implicación en un fraude de más de 4.000 millones de pesetas. Planasdemunt, que fue consejero de Economía de la Generalitat en 1982 y 1983, era accionista y consejero de la empresa BFP Gestión y Asesoramiento Financiero, que canalizó inversiones de dinero negro en operaciones de alto riesgo.
Junto a Planasdemunt están en prisión sus dos socios en esa empresa, Joan Bassols y Salvador Forcadell; la esposa de éste, Carmen Company, y cuatro directivos de tres empresas que recibieron dinero de BFP a cambio de facturas y pagarés que luego resultaron falsos: Joan Ignasi Pujades, de Dynamic; Margarita Corcoll, de Euromaquinaria, y Francisco Esteve Corbella y Francisco Esteve Head, de Anglo Naval e Industrial (ANISA). Los dos últimos ingresaron en prisión hace tres semanas. Los abogados de los últimos detenidos presentaron ayer los correspondientes recursos contra los autos de ingreso en prisión.El Departamento de Economía y Finanzas, del que depende aquel instituto (un organismo encargado de otorgar avales solidarios de la Generalitat a créditos solicitados por empresas privadas), abrió expediente a Planasdemunt el mismo viernes y la propuesta de destitución fue aprobada horas después por la junta de gobierno del ICF.
El gobierno catalán "no ha tenido más remedio" que aprobar el expediente de destitución, ya que Planasdemunt se negó a dimitir, explicó el consejero de Economía, Macià Alavedra.
La oposición ha criticado que esa destitución no se hubiera producido en cuanto se supo el asunto. El consejero de Economía, Macià Alavedra, ha reconocido que tuvo conocimiento antes del verano de las dificultades de BFP y de la posible implicación de Planasdemunt, a quien pidió la dimisión. Alavedra argumenta que en aquel momento Planasdemunt ya no era miembro del consejo de esa sociedad por lo que ya no incurría en incompatibilidad y no había causa para abrirle expediente.
Diversos testigos han asegurado que vieron a Planasdemunt en las oficinas de BFP incluso cuando teóricamente ya se había desvinculado de la sociedad. Fuentes conocedoras del caso creen que el ex consejero reapareció por la empresa cuando supo que ésta no podía hacer frente a sus obligaciones. Al parecer, los gestores de BFP generaron nuevos pagarés y recaudaron dinero para adquirir deuda pública para hacer frente a vencimientos de los primeros pagarés. Todas las fuentes coinciden en señalar que Bassols era el estratega que diseñaba las operaciones inversoras; que Planasdemunt servía para dar prestigio a la empresa, y que Forcadell fue el socio capitalista inicial.
'Dinero negro' a cambio de facturas falsas
La sociedad de inversiones mobiliarias de Basols, Forcadell y Planasdemunt (BFP) recibía dinero de pequeños, medianos y grandes inversionistas (dinero negro, según afirman fuentes cercanas a la investigación) y lo prestaban a empresas en dificultades -como ANISA, Dynamic, OMISA y Euromaquinaria-. Éstas entregaban a BFP pagarés reconociendo la deuda y facturas contra empresas solventes para que las cobrara a su vencimiento y recuperara así las cantidades prestadas. La facturación era por un importe superior al préstamo. La diferencia suponía el beneficio de BFP y los intereses que debían recibir los inversores. Pero BFP no pudo cobrar las facturas: o reflejaban deudas inexistentes, o cantidades superiores a las debidas en realidad, o ya habían sido cobradas. Para entonces las empresas en dificultades habían presentado suspensión de pagos.
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