Transparencia
Ojo al dato, como diría José M. García. Ya empieza a ser mucho más lo que no sabemos que lo que sabemos, y no me refiero al inabarcable universo del saber general, sino al más modesto y limitado saber sobre el juego político español. Para empezar, por ejemplo, los informadores no estamos informados de quiénes son los reales dueños de la información. Yo no sé qué banquero ha vendido, revendido o comprado y recomprado tal diario, tal revista, tal emisora de radio o televisión. O si el comprador es un fabricante de salchichas de Francfort o de bombas inteligentes o de filósofos posmodernos.
Si desconocemos saber tan fundamental, a la hora de informar, opinar o suponer sobre el juego político de las Españas es que nos marean como a perdices. Caso Roca. Caso dimisión González. Caso encuentro UGT,-Guerra. He escuchado todas las tertulias, todas. He leído todos los trabajos impresos, he parpadeado ante toda la gama de telediarios. He cenado con gente teóricamente informada, mal; es decir, estaba mal informada y hemos cenado mal. Saberes convencionales dominantes: Roca dice: "Cataluña, sí; España, también", y Pujol, en cambio: "Cataluña, sí; España, veremos". Felipe González tiene angustia metafísica, y Solchaga, angustia concreta. Redondo y Guerra preparan la tenaza contra la beautiful people.
Puede ser verdad. Pero presento hipótesis variables. Roca está cansado de ir con pantalones de golf por la política española. González es un sádico que se recrea estimulando apetitos sucesorios. Redondo y Guerra hablaron del caso Maradona, y muy especialmente del corte de pelo de Maradona, con el deseo secreto de inquietar a Solchaga y hacerle repasar el Samuelson. Creo que ni Roca sabe todo lo que le ha pasado, ni González qué le pasará, ni Redondo ni Guerra qué nos va a pasar.
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