La cooperativa de viviendas PSV busca 53,000 millones para desarrollar sus proyectos
La cooperativa de vivienda PSV, del sindicato UGT que cuenta con más de 21.000 contratos de compra de vivienda y una lista de espera de otros 350.000 en toda España, negocia con bancos y cajas de ahorro préstamos por importe de 53.000 millones de pesetas para atender sus necesidades financieras hasta junio de 1993 y construir las 7.795 viviendas previstas en el periodo. Según PSV, hasta el momento se han cubierto el 70% de los préstamos necesarios para funcionar hasta diciembre. Para disminuir la concentración de riesgos y salvar las posibles reticencias de bancos y cajas, la cooperativa iniciará esta semana la separación jurídica de sus promociones más avanzadas. PSV, que mantendrá la tutela de cada proyecto, cuenta hoy con más de 5.500 viviendas en construcción.
La cooperativa, creada hace cuatro años, constituirá más de 100 unidades promotoras, jurídicamente independientes, en las próximas semanas. En dos años, las unidades desgajadas de PSV -que mantendrá la tutela de la mismas- superarán las 200. El proceso será gradual y afectará a las operaciones en fase de edificación. El efecto inmediato de la separación será el traslado del riesgo financiero de cada proyecto a los destinatarios de la vivienda.Según los actuales responsables de PSV, la separación jurídica por promociones no supone una concesión a la banca, no significa la desaparición del proyecto PSV y es, simplemente, un paso más -previsto en sus estatutos- que permitirá un control económico y financiero más eficaz sobre cada uno de los proyectos que están en marcha.
Valoraciones aparte, tanto PSV como algunos altos cargos de la Administración coinciden en que la separación, promoción por promoción, facilitará las negociaciones con la banca para conseguir financiación. La decisión de PSV no sorprenderá en determinados ámbitos. En el Banco de España, sin ir más lejos, responsables del banco emisor intercambiaron opiniones al respecto con el gerente de PSV, Carlos Sotos, el pasado 26 de marzo, según distintas fuentes.
Las operaciones de edificación en curso de PSV suponen 102 promociones programadas entre el último trimestre de 1992 y el primer semestre de 1993. Según los responsables de PSV, la inversión global precisa para los proyectos con término en junio de 1993 se eleva a 89.944 millones de pesetas. Los cooperativistas han aportado un total de.28.094 millones de pesetas (el 3 1 % de la inversión) y las necesidades de financiación se cifran en 53.771 millones.
Actuaciones
Al margen de los proyectos de edificación, las operaciones de compra de suelo y urbanización en marcha en diversas provincias (Madrid, Valencia, Valladolid, Zaragoza y Baleares, principalmente) añaden -hasta el año 1994- otros 20.900 millones de pesetas en necesidades de financiaciación bancaria para otros 51.635 millones de pesetas de inversión. Todo ello sin contar la operación que PSV lleva a cabo en el barrio de Valdebernardo, que se encuentra a caballo entre los Carlos Sotos.
barrios de Vicálvaro y Moratalaz, en Madrid.
PSV intentará diluir la concentración de riesgo con tres tipos de actuaciones. Así, los proyectos en edificación se transformarán en cooperativas independientes; los proyectos pendientes de permisos administrativos o de acondicionamiento mantendrán el riesgo en el seno de PSV y las nuevas operaciones optarán por la fórmula de constitución de cooperativas independientes o de comunidades de propietarios que asumirán el control promotor.
La cooperativa PSV nació en 1988 con el fin de satisfacer la demanda de un amplio segmento de la población sin posibilidad de acceder al mercado de la vivienda. En cuatro años ha entregado 1.000 viviendas; mantiene en construcción otras 5.500 y ha conseguido con la colaboración de ayuntamientos y comunidades autónomas un enorme patrimonio en suelo, con más de seis millones de metros cuadrados en todo el territorio nacional.
Curiosidad y recelos
En la historia del enorme proyecto de inversión que representa PSV aparecen toda clase de elementos positivos y negativos. Desconfianza, recelos, algunos retrasos, duras negociaciones con bancos y cajas, reuniones con representantes de la Administración; tramitación de permisos y licencias; elección de constructoras; polémicas campañas publicitarias; concursos de suelo; ideología... La mezcla de ingredientes, junto con la presión que suponen los miles de ahorradores que han depositado su dinero en el proyecto hace de PSV un fenómeno singular que despierta una gran curiosidad, preocupación en determinados ámbitos y recelo en otros.
Frente a todo ello, los gestores de PSV ofrecen números: IGS, la gestora que tutela PSV tiene un valor patrimonial de 31.772 millones (de ellos 18.326 en solares y 3.922 en edificios) mientras que la propia PSV vale, según los libros, 25.864 millones de pesetas (2.465 millones en solares). Los responsables de PSV resumen la situación de la cooperativa como "un éxito comercial, empresarial y social que está despertando las naturales contradicciones en los sectores económicos afectados por su implantación en el mercado".
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