Pagarés falsos contra cesiones de crédito
Durante los últimos tres años BFP lanzó al mercado pagarés con rentabilidad muy superior a la habitual y revestidos de solvencia. BFP, creada por Bássols, Forcadell y Planasdemunt, vendía pagarés, emitidos por empresas en dificultades, que compraban en el despacho de Fincas Forcadell intermediarios financieros y ahorradores, según señala el texto de la demanda presentada al juzgado -a laque ha tenido acceso EL PAïS-En el pagaré que vendía BPF figuraba que una sociedad cedía al portador, a quien los adquiría, la parte alícuota correspondiente que esta sociedad ostentaba contra empresas de toda solvencia como Repsol, Cepsa, Telefónica, Continente, Pegaso, Seat y Construcciones Padró. En cada pagaré figuraba la intervención de una agente de cambio y bolsa (Carretero) que daba fe a la legitimidad del emisor.
La denuncia advierte que en "la mayoría de los casos ha resultado que las operaciones que constaban expresamente en los pagarés eran absolutamente falsas, no existían; en otros casos, los pagarés que realmente existían tenían como respaldo cesiones de crédito efectuadas a varias personas al mismo tiempo por el doble de la cantidad realmente acreditada".
Encubrimiento
Cuando finalmente se producía el vencimiento de los pagarés, "los denunciados, para encubrir su conducta, se habían vendido las acciones de las compañías emisoras, ya no figuraban en sus órganos de administración o habían acudido a procedimientos concursales con sus empresas", siempre según la denuncia. Este último es el caso de Dynamic y ANISA, en suspensión de pagos.
Bajo la estrategia de BFP, cuatro sociedades emisoras aparecen como responsables del presunto fraude: ANISA, Dynamic, Euro Maquinaria, OMISA. Asimismo, BFP recibió dinero de ahorradores para colocarlo en el mercado secundario de deuda pública, captando 1. 500 millones de pesetas "sin haber reembolsado las cantidades".
Utilizando el procedimiento de soportar la solvencia del pagaré sobre una cesión de crédito de Telefónica, la sociedad Anisa libró casi 1.600 millones de pesetas entre mayo de 1990 y junio de 1991. BEF los colocó entre los inversores con una comisión del 0,25%. La realidad es que no se había comunicado a Telefónica las cesiones de crédito y además las facturas que la empresa había cedido a BFP fueron cedidas, duplicadas a otras entidades como Banco de Madrid, Exterior, Herrero y Banesto Factoring SA. En julio de 1991, Anisa presentó suspensión de pagos. En el caso de Dynamie, esta empresa soportaba los pagarés en facturas de suministro "por pedidos inexistentes".a Renault, Pegaso, o Citroën.
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