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La federación vecinal deja el consorcio de realojamientos por su ineficacia

Una silla quedará vacía la próxima semana en la reunión del consejo rector del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada: la de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). Dicha federación ha decidido abandonar este organismo "harta de que las sucesivas administraciones incumplan los realojamientos aprobados". Su presidente, Prisciliano Castro, explica: "Hemos recibido muchos palos defendiendo ante los vecinos planes que nunca se realizan".

El consejo rector del Consorcio de Realojamiento está formado por representantes de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital, la Delegación del Gobierno y, hasta ahora, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid.La decisión de la federación no es sólo consecuencia del incumplimiento de los planes. La organización de Prisciliano Castro ha vivido momentos difíciles desde las movilizaciones que tuvieron lugar hace un año en Villaverde Bajo contra la construcción del poblado gitano de Los Molinos.

La FRAVM siempre se mostró partidaria de edificar el citado campamento, frente a otras opiniones vecinales como la de la coordinadora acaudillada por Nicanor Briceno.

"Hemos defendido algo que luego los políticos han dejado de lado porque les cuesta dinero y les resta votos" se queja Castro. El presidente de la federación descarta que su salida del consorcio deje una vía libre para que, dentro de la organización vecinal, surjan sectores contrarios al realojimiento de familias gitanas.

El Ayuntamiento, la Comunidad y la Delegación del Gobierno llevan un año discutiendo cómo financiar los 2.281 millones de pesetas que el consorcio, necesita para cumplir sus programas de realojamiento y trabajo social previstos para 1993. En los próximos días tienen previsto sentarse a firmar un nuevo convenio de financiación.

'Acuerdos diferentes'

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Pero estas perspectivas son observadas con escepticismo desde la organización vecinal que preside Castro. "Se han firmado ya tres acuerdos diferentes, en 1986, en 1988 y en 1990, y todos los han incumplido", añade. "Además, en todo ese tiempo sólo han conseguido realojar a un millar escaso de vecinos de las 2.508 familias censadas en l986", concluye.Mientras tanto, las empresas constructoras que edificarán en la zona ocupada por las chabolas de Los Focos, en San Blas, seguían ayer levantando la valla que rodea ya medio poblado.

Las familias gitanas que habitan en el asentamiento no han ofrecido aún resistencia porque la muralla se ha quedado a unos metros de la zona más habitada.

La urbanización de los terrenos debe comenzar en enero, y las chabolas estorban. Pero para esa fecha el poblado no estará desmantelado, según asegura el gerente del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada, José Luis Gómez. "Lo más probable es que las familias gitanas tengan que convivir con las obras", añade.

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