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Los peritos desmienten al chófer del accidente de Torreblanca

Rafael Casado, conductor del autobús siniestrado en Torreblanca el 19 de agosto, estaba plenamente consciente en el momento del accidente e intentó realizar una maniobra evasiva con el volante, según el informe técnico de la Guardia Civil de Castellón. El estudio policial forma parte del sumario abierto tras el accidente, en el que murieron 46 personas. Los abogados del conductor mantienen que el siniestro se debió a una pérdida de conciencia del chófer, provocada por una crisis diabética.El informe, remitido al Juzgado Número 1 de Castellón, indica que el conductor del autobús fue consciente de la inminencia del accidente. Esta afirmación se sustenta en que realizó una maniobra correcta con el volante. "La decisión que adoptó [el conductor] cuando se dio cuenta del riesgo fue correcta: mover el volante en la dirección del arcén y tomar la cuerda", recoge el informe. "En este aspecto", añade, es de resaltar que ello demuestra la plena consciencia del conductor sobre la conducción, puesto que en 5 o 10 segundos llevó a cabo dos acciones concretas que requieren plena atención: la primera, tomar la salida; la segunda, girar el volante en el momento del accidente".

La tesis del abogado del conductor sostiene que éste sufrió una pérdida momentánea del conocimiento debido a una subida de azúcar en la sangre. En el momento de ingresar en el Hospital General de Castellón, Rafael Casado presentó un nivel de glucemia de 493 miligramos.

El peritaje insiste en que la causa inmediata del accidente fue una velocidad excesiva e inadecuada (el autobús circulaba a 105 kilómetros por hora) y subraya que el estado mecánico del vehículo era correcto.

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