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GUERRA EN LOS BALCANES

Ambigüedad política y escepticismo popular en Belgrado

MIRJANA TOMIC El presidente de la Federación Yugoslava (Serbia y Montenegro), el escritor Dovrica Cosic; los presidentes de Serbia y Montenegro, Slobodan Milosevic y Momir Bulatovic, respectivamente, junto con sus asesores, y buen número de periodistas, viajaron ayer a Londres en un vuelo especial de las aerolíneas yugoslavas (JAT). Rompieron así el embargo que rige contra Yugoslavia y que impedía a los aviones de JAT volar al exterior. La plataforma negociadora de serbios y montenegrinos está lejos de tener perfiles claros, mientras la población mira con escepticismo este enésimo intento de traer la paz al país.

El primer ministro yugoslavo, Milan Panic, llegó a Londres hace dos días, en otro vuelo especial, con sus propios asesores y con sus propios periodistas yugoslavos y extranjeros a bordo, para preparar en la capital británica la plataforma de la delegación yugoslava en la conferencia internacional. Panic ha hecho numerosas declaraciones a la prensa occidental asegurando que está en Londres como emisario de paz, dispuesto, entre otras cosas, a reconocer a Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina dentro de los confines existentes antes de la guerra. El Parlamento yugoslavo, tras el acalorado debate del viernes pasado, ha otorgado al primer ministro sólo la libertad de reconocer a Croacia y sin que en ese reconocimiento entre el territorio bajo la supervisión de las fuerzas de las Naciones Unidas, es decir, aquellas zonas conquistadas por las tropas serbias.

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El presidente serbio, Slobodan Milosevic, no se ha pronunciado públicamente acerca de las posturas de: su república en la conferencia. El semanario independiente Vireme estima que Milosevic no buscará protagonismo en la conferencia y que dejará a Panic, hombre de paz, el papel del defensor de su política bélica.

La delegación serbo-montenegrina no tiene bien definidos sus papeles en la conferencia. La Federación Yugoslava no está reconocida internacionalmente, lo que suscita el interrogante de en nombre de quién negocia Milan Panic, primer ministro en un Parlamento compuesto sólo por los socialistas y los ultranacionalistas, ya que la oposición boicoteó las elecciones parlamentarias federales. Además, Serbia, cuyo territorio ocupa más de un 90% de la nueva Yugoslavia, no ha elaborado su plataforma o, por lo menos, no la ha expuesto públicamente.

Por otra parte, los representantes oficiales de los serbios de Knin (enclave serbio en Croacia bajo el control de las Naciones Unidas), Goran Hadzic, y de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, no cuentan con el consenso de su propia gente para las negociaciones.

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Los portavoces de los partidos gobernantes y de oposición en Belgrado dicen que esperan unas negociaciones largas y dificiles en Londres. En Belgrado, la conferencia internacional sobre Yugoslavia no suscita grandes expectativas entre la población, cansada de los acuerdos violados y de las conferencias intemacionales sin resultado alguno.

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