Fraudes históricos
Con ocasión de las pinturas en Zubialde, dedica EL PAIS una ,página a famosas falsificaciones del pasado, e incluye entre ellas "hasta objetos de tanta veneración como la Sábana Santa".Pese al examen de carbono del lienzo de que se trata, con un fragmento mínimo y márgenes-de error histórico amplios, se incurre en una ligereza al dar por sentado que se trata de una falsificación probablemente atribuible a alguien en el siglo XIV.
Aparte de que especialistas han dado una mucho mayor antigüedad a la tela en sí, y otros han apreciado la existencia de especies vegetales características de determinado territorio, Estocolmo debería conceder el Premio Nobel de Ciencias al oscuro contemporáneo de Pedro I el Cruel de Castilla, poseedor de conocimientos en anatomía y en fisiología patentes en la Sábana y que son muy posteriores. en varios siglos.
Por hacer referencia tan sólo a un dato, y desde que comenzaron los cristianos a habituarse al horror de la cruz, y luego a representar sobre ella al crucificado, y hasta nuestros propios días, se han creado muchos millones de crucifijos populares o por los mayores artistas en escultura y pintura-, y en todos ellos aparecen los clavos insertos en la palma de la mano.
A finales del siglo XIX demostró un médico francés que tal inserción no toleraría el peso de un cuerpo, se rasgaría. El oscuro creador de la Sábana, supuesto contemporáneo de Pedro de Castilla, presenta la huella del clavo en el pequeño espacio ente los huesos de la muñeca que conocían sobrada mente los verdugos de la justi cia romana.
Nadie está obligado a reconocer en la Sábana de Turín algo prodigioso, pero los hechos están ahí y todavía en agosto de 1992 es muy precipitado dar por bueno que se trata de una falsificación... medieval. La historia del lienzo es conocida desde las Cruzadas, y su paso desde Francia a la Saboya-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.