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Pandillas de niños de Cádiz compiten en un juego suicida

Grupos de niños y adolescentes de 12 y 13 años practican desde hace días un nuevo juego mortal en El Puerto de Santa María (Cádiz). Según ha denunciado el jefe de la estación de Renfe de la ciudad portuense, una docena de chavales se reúnen cada tarde sobre un puente ferroviario, ya en las afueras de la ciudad, que pasa sobre el río San Pedro. Y como si fuese una competición, los jóvenes se tiran de cabeza al agua al avistar algún tren en las cercanías, corriendo sobre las vías para ganar impulso. Los maquinistas se ven obligados a frenar bruscamente para no arrollar a los jóvenes practicantes de este deporte.Las reglas del juego suicida son muy simples: los chavales se apuestan a ver quién salta más alto, más deprisa o hace la pirueta mayor sobre el agua.

Fuentes de la comisaría de policía de El Puerto han confirmado a este periódico que se han presentado denuncias por la práctica de este deporte, que indican que "son sobre todo los más pequeños los que lo toman como un juego emocionante. Son los mismos que luego se dedican a tirar piedras contra las ventanillas de los trenes y a jugar sobre las vías".

Gran velocidad

El puente del río San Pedro es el segundo que atraviesa el tren una vez se sale de la estación de El Puerto de Santa María, por lo que, cuando llega a este punto, ya ha alcanzado una velocidad considerable.Precisamente, el pasado viernes sobre las cuatro de la tarde el jefe de estación llamó una vez más a la policía tras ser informado por los interventores que cubren el trayecto del tren Sevilla-Cádiz de la presencia de los saltadores en la vía, lo que motivó durante unos minutos un parón en las máquinas. Los agentes que se personaron allí de inmediato comprobaron que los chiquillos ya habían huido.

Este puente es un lugar frecuentado por los pescadores, a los que les gusta arrojar sus sedales desde un sitio elevado. Aunque en varias ocasiones se les ha advertido de la peligrosidad de permanecer en las inmediaciones de la vía dada la alta velocidad a la que circulan los trenes, es un hecho tan común en los distintos tramos altos de las vías de la provincia que ya no sorprende a nadie.

Sin embargo, el pasatiempo del grupo de chavales ha sido calificado de "temeridad" por todos aquellos que lo han observado, ya que los niños cruzan las vías de parte a parte para ganar altura en su salto.

Hace apenas un año, se produjo un caso similar en la también localidad gaditana de Puerto Real. En aquella ocasión se trataba de jóvenes algo mayores, pero igual de audaces: por una valla rota cerca de la estación de tren, a unos 18 kilómetros de El Puerto, se situaban ante las unidades del ferrocarril y esperaban a ver quién se retiraba el último, que era al que le pagaban las bebidas esa noche.

Debido a las presiones populares, Renfe reparó la cerca y esta peculiar forma de divertimento finalizó. En este caso, el problema es más grave, porque al estar el puente situado lejos de la población, es muy difícil localizar a los chiquillos y, además, los trenes van a una mayor velocidad.

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