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El cine norteamericano recurre a las series de televisión para garantizar la audiencia

Tienen público garantizado y ahorran promoción porque con la sola mención de su título convocan a la audiencia buscada. Son los clásicos de la televisión, esas series que permanecen en el recuerdo de los telespectadores norteamericanos y que ahora son evocadas por la pantalla grande. Desde Los Picapiedra en película y Mr. Magoo en imagen real, dos proyectos de Steven Spielberg, a los recientes éxitos de La familia Adams y El mundo de Wayne, no hay actualmente un ffión más suculento para la industria televísiva que las propias series de televisión.Lo que la industria se ahorra contando de antemano conla adhesión de una buena parte del público es esa cifra millonaria empleada en la promoción sin la que la película en cuestión pasa inadvertida. Como ejemplo, El mundo de Wayne, que se ha convertido en uno de los mayores éxitos de taquilla conocido en los últimos tiempos. Y es que antes de hacer cola para la película, muchos norteamericanos se habían divertido ya con el dúo Wayne y Garth en el sketch televisivo creado por Mike Myers yDana Carvey para el popularísimo programa Saturday night live. Ahí se coció la película, con Rob Lowe en el papel protagonísta.Es difícil repetir un acierto como El mundo de Wayne, pero, a juzgar por la cantidad de series televisivas que van a ser vampirizadas por el cine, se va a intentar.

El problema surge cuando el reconocimiento y la nostalgia, bien explotados, no se pueden exportar; cuando un cine y una televisión que se quieren universales, como el norteamericano, comienzan a. mirarse el ombligo y exigir complicidades de difícil recibo. Ante el aluvión de series convertidas en película, muchos expertos se preguntan si el mundo estará lo suficientemente americanizado como para soportar esta avalancha de localismo. Nos sabíamos al dedillo Los intocables cuando salió la versión de Brian de Palma y Kevin Costner, y para atraernos hacia Lafamilia Adams ayudé, sin duda, si no lamemoria de la serie, y menos aún la de las tiras cómicas de New Yorker, aquella otra telecomedia familiar, Los Munsier, lista también para saltar a la pantalla grande. Y qué decir de Los Picapiedra, la comedia más adulta que conocimos hace un par de décadas y que Steven Spielberg intenta desde hace un tiempo llevar al cine con John Goodman (Roséanne, Barton Fink) para el papel de Pedro Picapiedra. Spielberg también acaba de firmar un contrato con la Warner Brothers para hacer el personaje, de Mr. Magoo en imagen real. Mr. Magoo, creado en 1947 por John Hubley, apareció. por primera vez en una película titulada Ragtime Bear. Su carrera televisiva en series comenzó en los años sesenta tras liquidarse la UPA. En España, TVE ha emitido en varias ocasiones los dibujos animados de Mr. Magoo.

El problema surge cuando la -referencia toca series ajenas a nuestra memoria sentimental televisiva. Como en un reciente episodio de La ley de Los Ángeles, en el que una de las historias estaba basada en un asunto del corazón puramente americano: la serie, legendaria dondejas haya, The Honeymooners. Los españoles no pudieron captar los matices del capítulo de La ley de Los Ángeles, ya que esa serie no se ha emitido en nuestro país.

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