Aznar se opone a que el Gobierno mantenga nuevos contactos con los etarras

El presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, se mostró ayer en Castellón opuesto a cualquier posible nueva negociadón entre el Gobierno y la banda terrorista ETA. El líder conservador, quien hizo estas declaraciones horas antes del atentado de Oiartzun, aseguró que ETA se encuentra en estos momentos muy debilitada por la eficacia de las fuerzas de seguridad. "Lo que se ha ganado en el terreno de la eficacia policial no debe perderse en el terreno de las medidas políticas", indicó. Con estas palabras, Aznar se mostró partidario de continuar golpeando a la banda terrorista y, así, impedir más atentados.Aznar, quien pasa sus vacaciones en Benicássim, advirtió al Gobierno y al ministro del Interior, José Luis Corcuera, que no se debe ser generoso con esa organización, aún teniendo en cuenta la posibilidad de que ETA abandone las armas. "El país no debe perder la memoria de lo que ha ocurrido con el terrorismo, y eso es previo al planteamiento de cualquier otra circunstancia que se refiera aislada mente a presos de la banda terrorista ETA", matizó el presidente del PP. El dirigente popular tuvo también duras palabras contra la política de ajuste económico del Gobierno socialista. Según Aznar, "estas medidas son la cons tatación de un fracaso económico", que se ha generado por la falta de un diseño económico y por una mala gestión.

Ajuste económico

Como alternativa al ajuste económico, Aznar propuso la congelación de los impuestos, la reducción del gasto público y la privatización de empresas estatales. El líder conservador acusé al presidente del Gobierno, Felipe González, de despilfarrar el dinero ajeno en la Exposición Universal de Sevilla. "El Gobierno", dijo, "tendrá que dar cuenta hasta la última peseta de lo que haya ocurrido en la Expo con el dinero de los españoles".

Aznar tampoco mostró dudas de que en el próximo otoño se celebrarán elecciones legislativas anticipadas. Para hacer esta previsión, el dirigente popular se basó en la, a su entender, falta de un proyecto político del Gobierno socialista y la división en el seno de PSOE. Aznar agregó que el deterioro de la economía del país llevará inevitablemente a la convocatoria anticipada de elecciones.