La crisis de IU en Rivas fuerza la elección del tercer alcalde en un año

Las desavenencias en el seno de Izquierda Unida de Rivas-Vaciamadrid han provocado la dimisión de dos alcaldes en tan sólo tres meses. Y el tercer regidor, Antonio Serrano, elegido en el pleno del miércoles con los votos de cinco de los 17 concejales de la corporación, puede "caer" en otoño, según vaticinan miembros de IU, coalición a la que pertenecen los efímeros alcaldes. El nuevo alcalde no pudo ser localizado ayer por este periódico.La hasta ahora alcaldesa, Candela Cajas, que ocupaba el número dos de la lista de la coalición, sucedió en el cargo a Eduardo Díaz, que encabezaba la relación. Cajas acusó en el pleno a sus propios compañeros de haber forzado su dimisión por las trabas que le pusieron en sus tres meses de mandato. Después de leer un comunicado, renunció también a su acta de concejal, convirtiéndose en la segunda edil de IU que abandona la corporación en esta legislatura, de la que se cumple poco más de un año. Pero la ex alcaldesa no se va sola. Raúl Jiménez, concejal de IU, abandonó también el grupo municipal para formar el mixto.

La elección del nuevo alcalde contó con la abstención del número uno de la candidatura y primer regidor, Eduardo Díez. Otro edil de la lista de IU ni siquiera acudió a la sesión. Aun así, y tal como prevé la ley, el máximo mandatario del municipio, Antonio Serrano Pérez, salió elegido al encabezar la lista más, votada, aunque en el pleno empatara a votos con el candidato presentado por el PSOE.

'Líos de familia'

La coalición de Izquierda Unida, debido a los complicados líos de familia, que empezaron con la elaboración de las listas electorales, queda con seis de los siete concejales que obtuvo en las elecciones, el mismo número que el PSOE. La corporación se completa con dos independientes y un concejal escidido de IU que ha formado el grupo mixto.

Rivas-Vaciamadrid, municipio que cuenta en la actualidad con 12.000 habitantes, prevé un espectacular aumento de su población en los próximos años, debido a la construcción de un importante número de viviendas.

La revisión del plan general de ordenación urbana le "costó el puesto" a Eduardo Díaz, según él, que recibió fuertes presiones del sector duro de IU. Díaz asegura que en Rivas se está cometiendo "un fraude o estafa electoral" a los votantes de IU. Para él, el problema que padece IU obedece más a ambiciones e intereses personales que a diferencias políticas, por lo que "cambiando de alcalde no se va a solucionar el problema".

Entretanto, las opiniones de varios vecinos consultados resaltan sentimientos de "vergüenza, tristeza o tomadura de pelo".