La violencia vuelve a la ciudad china de Shenzhen por el rápido fin de la lotería para comprar acciones

"Abajo la corrupción", se leía ayer en las pancartas que portaban decenas de miles de manifestantes en las calles de Shenzhen, localidad del sur de China fronteriza con Hong Kong. Esta airada protesta, en la que no faltó el incendio de algún coche policial, según la agencia Reuter, obedece a la indignación de un millón de ciudadanos chinos que acudieron el fin de semana a Shenzhen, casi desde todas partes, con el objetivo de participar en el incipiente capitalismo de esta zona especial. La mayoría fracasó, pues la venta concluyó en una noche cuando se había anunciado que duraría dos días.

Los cinco millones de opciones -en realidad boletos de lotería- que pretendían adquirir este fin de semana un millón de chinos en Shenzhen se agotaron en una noche. La esperanza de adquirir alguno de esos boletos terminó con la vida de al menos una persona y con un centenar de heridos ingresados en centros hospitalarios.El objeto del deseo eran cinco millones de opciones, a un precio de 100 yuan (el precio oficial de 100 yuanes es 18,7 dólares). Esas opciones darán derecho a participar en una lotería que adjudicará 500.000 acciones de 14 compañías chinas que se privatizarán antes de fin de año.

El exceso de demanda chocó frontalmente con la policía que, según las imágenes difundidas ayer por la CNN, cargó el domingo contra la multitud para, según la queja general de los afectados, colocar a sus familiares en lugares preferentes de la cola.

El resultado de esos enfrentamientos en las colas para comprar opciones depende de la fuente. Reuter comenta que los periódicos controlados desde Pekín niegan que se produjeran ni muertes ni heridos graves pero que la policía reconoció al menos un muerto y un centenar de heridos.

Frustración

Al cierre de esta edición no había datos de los nuevos enfrentamientos, que surgieron ayer después de que se cerraran las puertas de los 305 centros en los que, se podían comprar los boletos. La frustración se tradujo en violencia porque las autoridades chinas habían anticipado que la venta duraría dos días y se saldó en sólo una noche.

Varios factores explican tal presión para comprar esas opciones. Según el diario Financial Times, el ahorro familiar acumulado en China asciende a un billón de yuanes (al cambio oficial con el dólar unos 17 billones de pesetas). Los tipos de interés en China son negativos pero hay inflación. Las zonas especiales del sur, como Shenzhen, han experimentado un fortísimo crecimiento económico durante los últimos años.

El citado diario londinense ofrece un claro ejemplo: la capitalización en la bolsa de Shenzhen se ha multiplicado por once en lo que va de año y su volumen de negocio en el primer semestre es seis veces superior al del mismo periodo del año anterior. De otra forma, los ahorradores chinos ven en la bolsa una colocación para sus ahorros en la que sólo son posibles las ganancias.

Lo ven y lo pagan, pues según el diario chino y controlado por las autoridades de Pekín New Evening Post, las opciones se vendían ayer en segundo mercado por hasta cinco veces los 100 yuanes iniciales.