De Medellín a Santo Domingo

La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Medellín (Colombia) en 1968 facilitó el nacimiento de la teología de la liberación. Fue el reflejo de los aires renovadores del Concilio Vaticano II. Veinticuatro años después, la Iglesia que concentra a los dos tercios de los católicos del mundo celebra una nueva conferencia general en Santo Domingo (República Dominicana). Otros aires soplan desde Roma. Muchos temen, incluidos representantes eclesiales, que esta conferencia represente un frenazo para la teología de la liberación y los sectores progresistas, que han hecho de la opción por los pobres su bandera.Por vez primera, y a diferencia de lo que ocurrió primero con Medellín y luego con Puebla, el Vaticano tiene una intervención directa en la organización de la Conferencia, sobre la que ha fijado un férreo control. El primer presidente de la Conferencia será Ángelo Sodano, cardenal secretario de Estado, que equiparó el pasado junio al teólogo de la liberación brasileño Leonardo Boff con Judas, por abandonar su sacerdocio por la persecución a que era sometido por el Vaticano. El segundo presidente será el presidente del episcopado latinoamericano, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien recientemente dijo que desea que los sacerdotes progresistas cuelguen los hábitos y encuentren una mujer que los "maltrate bien" y amanse. El tercer presidente es el arzobispo de Belo Horizonte (Brasil), Serafín Fernandes de Araújo.

El Papa, que es quien convoca estas conferencias, señala sus temas y aprueba sus documentos, ha nombrado, asímismo, a otro secretario general para la reunión de Santo Domingo. El obispo auxiliar de Brasilia, Raymundo Damasceno, sensible con los progresistas, tendrá junto a él al chileno Jorge Arturo Medina Estévez, considerado como uno de los mitrados más reaccionarios de su país y gran anúgo del ex dictador Augusto Pinochet, según la agencia católica Adista.