Etnocentrismo

Como si no fuera suficiente el tener que sufrir los Juegos Olímpicos televisados desde el punto de vista español -o sea, como si España estuviera batallándose al mundo y no como la competencia internacional que debe de ser-, el diario EL PAÍS refleja su propio etnocentrismo en una aparentemente inofensiva nota sobre la muerte de Joe Schuster, el creador de Súpermán.En ella, Ramón de España, con el consentimiento y aprobación de su editor, escribe: "Los españoles conocimos a Supermán gracias a los comic-books que publicaba la mexicana Editorial Novaro, cuyo peculiar uso del castellano incrementaba el tono ridículo de la obra, ya bastante evidente en su edición original".

Le gradezco al señor de España (¡qué apropiado es ese apellido!) que nos recuerde a los mexicanos la manera ridícula en que hablamos. No es la primera ni será la última vez. Supongo que no lo hablaríamos tan mal si hace 500 años hubiéramos aprendido un poquito mejor de los iluminados españoles que forzaron -después de 23 millones de muertos- esa mezcla de culturas.

No soy la única que ha sufrido humillaciones por hablar el castellano que hablo. Sin embargo, ¿quién les dice que ustedes, los españoles, hablan el idioma perfectamente? Seguramente estarán ya demasiado acostumbrados para notar cómo sus propios cronistas deportivos en estos Juegos llaman aletas a los atletas, o ginastas a los gimnastas, o sesto al sexto.

No culpo al señor De España por pensar sus pensamientos chovinistas. Pero un diario y un editor que se clasifican como responsables (y después de jactarse de estar entre los mejores del mundo) deberían evitar ese tipo de insultos o, por lo menos, esperarse hasta 1993 para que no suenen tan mal.-

corresponsal de El Sol de México, y cinco firmas más.