HB comunica a ETA su desprecio por el PNV tras dos meses de diálogo para buscar el fin de la violencia

Un documento de Herri Batasuna (HB) intervenido al dirigente etarra Faustino Estanislao Villanueva, Txapu, descalifica con suma crudeza a los partidos con los que ha dialogado (Partido Nacionalista Vasco) o planea hacerlo (Eusko Alkartasuna). Según HB, el partido de Xabier Arzalluz es sólo un "mamporrero del PSOE" y la formación que dirige Carlos Garaikoetxea bordea el ridículo en asuntos como la autovía de Leizarán al ser "más papista que el Papa". Tras dos meses de diálogo para buscar una salida a la violencia, HB admite que es inútil todo diálogo que excluya al PSOE y se plantea como primer objetivo que el PNV presione al Gobierno de Felipe González para que dialogue con ETA.

En el documento intervenido al dirigent e etarra Txapu -detenido el pasado lunes en Burdeos- un dirigente de Herri Batasuna, presumiblemente uno de los representantes de esta formación en las conversaciones con el PNV, según fuentes de la lucha antiterrorista, ofrece a ETA un detallado resumen y análisis de lo que han sido las sesiones de diálogo entre ambas formaciones.Del escrito se desprende que HB admite que interpretó mal el diálogo con el PNV, que éstos sólo buscaba hallar una fórmula para que ETA abandonara la violencia, y que ello no significaba, en contra de su ¡nicial creencia, una avanzadilla del PSOE para sondear las posiciones de ETA con vistas a establecer un diálogo ulterior con el Gobierno.

En consecuencia, la estrategia que se plantea ahora HB, cerradas las conversaciones con la formación de Arzalluz, es lograr que el PNV presione al Gobierno central para que dialogue con ETA.

Partido sin autonomía

Herri Batasuna propugna esta vía al wtimar que el PNV carece de autonomía para forzar situaciones nuevas en la política vasca, ya que debe atender a su papel de apéndice del PSOE -el texto llega a definirlo como "cartero o mamporrero" de los socialistas- y sus deseos de modificar el panorama para favorecer sus intereses políticos. HB estima que el PNV sólo pretende un sucedáneo negociador que no rompa el marco constitucional, pero que le sirva para cosechar réditos para recuperar su hegemonía política y, de paso, debilitar a la izquierda abertzale.

El PNV, además, vascongadiza el conflicto, es decir limita al País Vasco la resolución del problema de la violencia, sin implicar al Gobierno central, en contra de lo que pretende HB y ETA. Herri Batasuna, en el documento intervenido a Txapu, se jacta de que las irreductibles posiciones de la izquierda abertzale crean entre PNV y PSOE situaciones.. de tensión en virtud de sus distintos objetivos e intereses, aunque el brazo político de ETA admite que tales disensiones aún no han cristalizado.

HB admite que tras sucesivas redadas en el País Vasco francés, con las consiguientes capturas de la dirección de ETA y sus sucesivos potenciales herederos, se ha abierto un clima en el que partidos, el propio ministro del Interior, José Luis Corcuera y algunos medios de comunicación difunden con entusiasmo la idea de que tras el golpe a los duros -caída de la cúpula etarra en Bidartpueden ganar protagonismo los blandos y dar lugar a una slida descafeinada al conflicto.

La coalición admite que no se producirán avances mientras no negocie con el PSOE y el Gobierno haga otro tanto con ETA; sin esas condiciones estiman estéril conversar con el PNV. De igual manera, la formación radical abertzale plantea como prioritario obligar al PNV a que descienda al terreno de lo concreto para ver su posición real en la negociación.

Si HB, con este doble lenguaje exhibido al dialogar con quien posteriormente descalifica, asesta un duro varapalo al PNV, la pluma del dirigente batasuno se vuelve aún más ácida hacia su potencial futuro interlocutor: Eusko Alkartasuna.

En este sentido, afirma que la formación de Garaikoetxea "está atadísima" al Pacto, y que teme como al diablo una configuración de un diálogo PNV-HB-PSOE que le margine. "No se fía ni de su sombra y llega al ridículo en temas como la autovía en el que pretende ser más papista que el Papa". Pero HB ve clarísimo que "la hipoteca" de Eusko Alkartasuna, sus ligaduras al Pacto de Ajuria Anea, le impiden moverse, amén de que Ia estrechez de miras de sus dirigentes le va a convertir en un partido errante, sin norte ni personalidad propia".