Desconfianza general en medio de la calma veraniega

La Bolsa japonesa se ha orientado a la baja al elegir entre dos opciones importantes: de un lado están los apoyos gubernamentales al sector financiero y, de otro, las previsiones sobre los resultados empresariales para el primer trimestre del ejercicio contable.Los inversores eligieron la salida ante un futuro poco prometedor, situación que venía apoyada por el desinterés de la inversión extranjera por valores estrella de Japón, como NTT, Nippon Telegraph and Telephone, cuyas acciones han gozado de un régimen de compra abierto por primera vez en esta semana.

Esta falta de fe en el futuro de la economía japonesa provocó un descenso de 57,2 yenes en el Nikkei, que se ha tomado con un síntoma de debilidad ante la resistencia del nivel del 16.000.

En Wall Street apenas se toman decisiones en espera de conocer las cifras de desempleo que se publicarán hoy. Los inversores limitan al máximo la toma de riesgos a pesar de que los actuales recortes fortalecen al mercado en opinión de los analistas.

Los bonos estadounidenses mantienen una rentabilidad del 7,45% que, en teoría, benefician a la Bolsa, al menos en tanto no haya otras noticias que impongan decisiones en contrario. Las expectativas apuntan hacia un nuevo asalto al nivel del 3.400 en el supuesto de que las cifras de desempleo sean positivas. El Dow Jones se orientó a la baja desde el inicio de la sesión, y al final perdía 24,5 puntos para situarse en el nivel 3.340,56 puntos.

Las bolsas europeas no mejoraron su situación tras la reunión del Bundesbank, ya que nadie apostaba por nuevos ajustes en los tipos de interés en Alemania. Francfort cedió un 0,47%, París un 0,23% y Londres el 0,64%.