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Matanzo fue abucheado en las fiestas de su distrito

Juan Antonio Carbajo

Y Matanzo montó en calesa. El concejal de Centro llevó, anoche en coche de caballos hasta la plaza Mayor a Paloma San Basilio, la pregonera de las fiestas de San Lorenzo, San Cayetano, y la Paloma. Allí, con un millar de personas como testigos y al son de bandas de otros municipios, dieron comienzo las fiestas más castizas de Madrid. Varios de los asistentes no se reprimieron y saludaron con pitos y abucheos a Ángel Matanzo.

Las fiestas que comparten los dos, santos y la Virgen, las más largas y las más caras que organiza una junta de distrito, comenzaron, en realidad, el sábado con la elección de la Casta, la Susana, la Maja de Lavapiés, el Julián y el Don Hilarión. Un acto tradicional y casi familiar porque, según uno de los organizadores, "casi siempre se presentan los mismos". Así, la maja de otros años es ahora la Susana y Don Hilarión es el de costumbre.Tampoco hay donde elegir. Para representar al boticario que solía pasear acompañado de una morena y una rubia sólo hubo dos aspirantes. Ganó José Hergueta, de 60 años, que de tanto ceñirse el papel ha acabado imprimiendo tarjetas de visita con la foto y el cargo: Don Hilarión. "La gente no se presenta porque hay que estar todo el día con el traje y porque es muy difícil dar buena imagen", comenta.

Tampoco hubo mucha más oferta para el resto de los personajes: entre seis y ocho aspirantes para cada uno. La recompensa económica favorece a las mujeres: 200.000, traje típico y bandeja para ellas, y 50.000 pesetas y bandejá para ellos. Este acto fue criticado porque por primera vez se ha trasladado de la Corrala al cuartel del Conde Duque, "quitándole sabor tradicional", se quejaba el concejal del PSOE Ginés Meléndez.

Y ayer se dio el pregón. Ángel Matanzo entró en calesa en la plaza Mayor junto a Paloma San Basilio, que, con El Fary, forma parte del cartel estelar. Un millar de personas esperaba en la plaza, y cuando se pronunció el nombre de Matanzo, parte del auditorio le brindó una pitada. "No sé quiénes son ni mi importa", repuso el concejal.

Paloma San Basilio dedicó su pregón a la "Virgen más castiza", a la que debe su nombre por la devoción maternal. "Te hiciste de corazón la más querida de los madrileños. Por ti se adornaban las corrales de farolillos y cadenetas y los balcones se acicalaban", recordó la cantante.

Ahora también se acicalarán las calles. La Junta de Centro otorgará 50.000 pesetas a la calle, a la fachada y al balcón mejor engalanados. Otros años destacaron por sus adornos las calles del Oso, Calatrava, Cabestreros o la de la Paloma, recuerda Ginés Meléndez. "Este año parece que ha decaído esta costumbre porque no se hace nada por revitalizar el casticismo. Propusimos hacer una semana castiza al Consorcio de la Capitalidad Cultural y no se aceptó", comenta.

Las vacaciones no restaron público al inicio de las fiestas de la Paloma. El mes del éxodo hizo más mella en el boato, que redujo a siete a los componentes del escuadrón a caballo de la Policía Municipal que participó en el acto e hizo que se tuvieran que importar bandas de música de Valencia y Alcalá de Henares.

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