Una familia es desalojada de un piso protegido que compro con fraude
"Nos echan a la calle y no tenemos ningún sitio donde ir", se lamentaba ayer Isabel Vera Espejo, de 23 años. Isabel, madre de dos niñas de tres meses y un año y medio, y su pareja, José Suero Rodríguez, de 25, se encontraron con la puerta de su casa de la calle de Tolosa, en el distrito de Carabanchel, destrozada por la policía. El Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) se llevó también todos los muebles, porque el organismo regional resultó ser el verdadero dueño de la vivienda que compraron los Suero hace años a un propietario.Según un inspector del Ivima, que supervisó el desalojo forzoso de la familia, todo se debe a una estafa: el inquilino anterior del piso lo vendió ilegalmente a la pareja. "Esto pasa frecuentemente, porque a los compradores les sale muy barato el piso y no tienen que hacer cola para conseguir una vivienda oficial", señaló el inspector. No siempre se descubre el fraude. Pero en este caso el Ivima descubrió las irregularidades al elaborar un censo de viviendas en el barrio.
No reaccionaron
Como la familia no estaba en casa, la policía rompió la puerta por orden del juez. Los responsables del Ivima, sin embargo, destacaron que "ya se les había anunciado varias veces que la compra es ilegal. Pero como no reaccionaron prosiguen, Ies tuvimos que desalojar forzosamente". Les avisaron del desalojo "con más de tres días".
Isabel y José ya habían pagado tres millones y medio de pesetas al falso dueño. "No sabemos dónde se encuentra ahora", dijo la vecina. Les faltaban sólo dos años más por pagar. La pareja sabía que la compra fue ilegal, pero no contó con que el Ivima les podía desalojar. Desde ayer viven en casa de los padres de José.
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