El Ayuntamiento da por "inútilmente perdidas" la mitad de las 500 hectáreas de césped de la ciudad
El Ayuntamiento mantiene que en Madrid no queda una hectárea de césped verde y sano en los jardines no históricos. Sobre los privados no se opina. El decreto antisequía, aprobado por la Comunidad hace dos meses, impuso restricciones -y sanciones- al riego de praderas particulares. La Agencia de Medio Ambiente ha recibido desde entonces 2.578 denuncias, pero sólo ha tramitado 42. La decisión de dar gratis agua reciclada -unos 24. 100 metros cúbicos- no justifica el buen estado del césped de las urbanizaciones.
La ley de medidas excepcionales para la regulación del abastecimiento de agua en Madrid, aprobada el pasado 22 de mayo, otorgó poderes inspectores a los agentes medioambientales de la Comunidad. Uno de sus cometidos debía centrarse en vigilar que no se regara en la región ni un solo metro de jardín privado ni tampoco las praderas de los parques públicos no históricos. Al principio, incluso, se pensó en transformarles en hombres de Harrelson para que pudieran entrar en los domicilios.Los inspectores, dependientes de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), no se han matado en su función represiva. La AMA ha recibido en dos meses 2.578 denuncias -2.484 a través del teléfono- pero sólo ha tramitado 42 (el 1,6%).
Las llamadas al 900-100.000, el teléfono dispuesto por el Canal para contactar con los usuarios, han sido muchas más. Los madrileños han marcado 13.002 veces pero casi 4.700 avisos fueron nulos, 2.402 por fugas o roturas (el 30% en bocas de riego municipales), 234 quejas y 89 sugerencias, algunas muy originales.
La escasa operatividad del personal de la Agencia de Medio Ambiente tiene varias causas. De las 2.578 denuncias recibidas, 2.484 están sin resolver por insuficiencia de datos, incompatibilidad con otras leyes y falta de ratificación, incluso, de los propios denunciantes. De las 94 restantes, 42 están en curso, 47 en tramitación, tres archivadas por incompatibilidad con otras normas, una pendiente de inspección y otra acumulada por duplicidad.
Mientras tanto, la capacidad de los 12 embalses de la región desciende y se encuentra ya a un 41,4% (398 hectómetros cúbicos de agua) mientras el año pasado por estas fechas estaba en el 76,3% (702), Las restricciones aprobadas ahorraron en algún momento hasta un 28% del consumo pero esta cantidad ha disminuido últimamente al 24% del gasto. Las soluciones domésticas (botellas en las cisternas, duchas, etcétera) han supuesto un ahorro del 7% sobre el gasto habitual pero no han alcanzado la previsión del 10%.
Esperanza, crítica
La Concejalía de Medio Ambiente, mientras tanto, aprovecha cualquiera de estas circunstancias para cargarse de razón en sus periódicas críticas al Canal de Isabel II. Esperanza Aguirre, su titular, insiste en que la Comunidad no es competente para hacer nada relacionado con el agua en Madrid según la Ley de Régimen Local. "Por desgracia para la ciudad acatamos el decreto pero yo he dado instrucciones a la patrulla verde para que se dediquen a cuestiones más importantes", dijo.La centralita de la Policía Municipal, sin embargo, atiende unas 50 llamadas diarias de ciudadanos que denuncian riegos incontrolados.
Aguirre asegura que no conoce ninguna capital europea con problemas de abastecimiento de agua y cita bastantes que consumen más que Madrid (350 litros por habitante y día). El Ayuntamiento, en sus alegaciones al Plan Hidrológico Nacional, pide que se asegure, en cualquier situación, esta cifra. La concejala reclama más presencia municipal en todas las instituciones hidrográficas nacionales y locales: en el Consejo Nacional, en la Confederación Hidrográfica del Tajo (donde Madrid aporta el 52% de la población) y en el Canal (donde el Ayuntamiento tiene dos -uno de la oposición- de 14 consejeros). Para Aguirre, los problemas actuales de agua tienen que ver "con una mala política previsora de los socialistas que gobiernan la Comunidad".
La concejala recuerda que en 1985, "con la teoría de Eduardo Mangada [ex consejero de Política Territorial] del crecimiento cero, se modificó una previsión técnica de 1977 para dotar a Madrid en el año 2000 de una capacidad de consumo de 600 litros por habitante y día y ahora lo pagamos".
La concejala estima que más de 250 hectáreas de césped de las 500 que hay en la ciudad se están perdiendo (otras 300 están en jardines históricos y pueden ser regadas). Aguirre sostiene que esta pérdida es "inútil" porque el riego de los parques municipales, que requiere 22 hectómetros al año, "es el chocolate del loro". José Luis Mato, el responsable de este departamento, ha calculado el coste de las praderas perdidas en 1.500 millones.
El Ayuntamiento, además, ha utilizado 18.761 metros cúbicos de agua reciclable para mantener sus parques, 138 para el baldeo de calles, 5.896 para suministrar a particulares (se han recibido entre 15 y 20 solicitudes diarias) y 114 para alegrar los márgenes de las carreteras del Ministerio.
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