_
_
_
_

El presidente italiano, homenajeado en los funerales de Borsellino

El presidente de la República de Italia, Oscar Luigi Secalfaro, fue ayer objeto de un homenaje explícito y espontáneo al que se sumaron algunos millares de personas situadas ante la iglesia palermitana donde se celebraron los funerales del juez Paolo Borsellino, asesinado por la Mafia el pasado domingo en Palermo. La ceremonia se convirtió así en un acto de desagravio para Scalfaro, que fue duramente increpado el pasado martes en los funerales de los cinco escoltas muertos junto al magistrado.

En aquella ocasión, Scalfaro hubo de ser rescatado con urgencia de las manos de un grupo de policías que cercaron e intentaron agredir a las autoridades.Los funerales de ayer, que transcurrieron con gran orden y seriedad, eran, en cambio, estrictamente privados por deseo de los familiares del juez asesinado, que invitaron al presidente de la República en tanto que simple ciudadano. Otros invitados presentes en el acto fueron el ex presidente Francesco Cossiga, el ministro de Justicia, el socialista Claudio Martelli, el secretario del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), Gianfranco Fini, con el que simpatizaba Borsellino, el juez republicano Giuseppe Ayala y el ex alcalde de Palermo y líder del movimiento La Rete, el ex democristiano Leoluca Orlando.

En acto de servicio, participó en la ceremonia el jefe de la policía italiana, Vincenzo Parisi, quien, tras haber ofrecido su dimisión por considerarse el centro de las protestas policiales que llegaron a implicar al jefe del Estado, ayer informó de que el martes pasado se tuvieron indicios de un proyecto de atentado contra Scalfaro por iniciativa conjunta de elementos de la extrema derecha y mafiosos.

"Colaboremos con la Justicia, renunciando a actitudes interesadas. Todos tenemos el derecho y el deber de continuar esta lucha, porque Borsellino murió por todos nosotros", dijo en su homilía el párroco de Santa María de Marillac, la iglesia a la que el juez asesinado iba cada domingo.

"Cada uno de nosotros, y no sólo el Estado, está en deuda con Borsellino", señaló en un discurso final, muy aplaudido, el magistrado Antonio Caponetto, que dirigió el primer grupo de investigación antimafia, al que pertenecieron tanto Falcone como Borsellino.

Por su parte, el presidente Scalfaro rezó para que no se desaproveche "la inmensa riqueza que mana de esta suma de sacrificios de sangre". Y era evidente que sus palabras implicaban la creencia de que protestas incontroladas, como las del pasado martes, conducen a ese desperdicio y, sobre todo, lesionan la imagen de un país que acaba de ser descartado por el secretario de Estado norteamericano, James Baker, como la sede anunciada que era de la próxima ronda de la conferencia de paz para Oriente Próximo. El gesto del jefe de la diplomacia norteamericana ha irritado a Roma.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Otro signo de normalización fue la aprobación del nuevo decreto, antimafia en él Senado, con la oposición de los ex comunistas y el apoyo de los republicanos, e incluso la detención de un primer sospechoso del atentado del pasado domingo, aunque se trate sólo de un empleado de una organización de seguridad que pudo haber visto algo y se resiste a contarlo a los investigadores.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_