La actriz Antonia de Sancha afirma ser la víctima del escándalo Mellor

Antonia de Sancha, actriz de origen español, asegura que es la víctima del escándalo desatado en los medios de comunicación británicos, cuando quedaron al descubierto sus relaciones sentimentales con el ministro británico del Patrimonio Nacional, David Mellor En la primera entrevista concedida desde que el dominical The People descubrió el affaire el pasado día 19, Antonia de Sancha, de 31 años, afirma que nunca ha hecho nada de lo que se tenga que avergonzar."Me han hecho parecer una concubina que se pavonea de sus asuntos. Y esto es grotesco", afirma en una entrevista en exclusiva con el periódico londinense The Independent, que califica de "derecho de réplica" y por la que no ha recibido ningún dinero. Antonia de Sancha, de padre español y madre sueca, desconoce cómo llegó a los medios de comunicación su relación con el ministro encargado de las Artes y del Patrimonio Nacional y negó categóricamente que sea ella quien vendió la información. "¿Acaso piensa la gente que haría algo para verme tratada de esta forma por la prensa? No puedo salir a la calle. Me siento como la mujer elefante", explicó la actriz, que estudió en la Academia de Arte Dramático de Londres.

En cuanto a las fotografías publicadas el jueves de una película en la que mantiene relaciones sexuales con un repartidor de pizzas, Antonia asegura que muchas actrices de teatro clásico han interpretado escenas de cama, y cita como ejemplo a Glenda Jackson, en la actualidad diputada por el Partido Laborista.

En cuanto a. la situación del ministro, sobre quien existen fuertes presiones para que. abandone el cargo público, Antonia no quiso expresar su opinión, si bien defendió una ley que evite la injerencia de la prensa en la vida privada de las personas. "Mientras no afecte a lo que ocurre en tu vida profesional, tu vida privada es algo diferente. Son dos cosas separadas. Todos somos seres humanos y no creo que sea de interés público", concluye.

The People justificó la intromisión en la vida privada del ministro británico con alegaciones de que la relación de David Mellor y la actriz afectaba a su carrera política, ya que estaba demasiado cansado para preparar sus discursos. La comisión regulatoria de la prensa apoyó la idea de que la gente tiene derecho a estar informada de la vida de los políticos.