Smith releva a Kinnock como líder de los laboristas británicos
El moderado John Smith fue elegido ayer nuevo líder del Partido Laborista británico, en el que ingresó a los 16 años. Obtuvo más del 91% de los votos de los 1.200 delegados. El puesto de vicelíder fue a parar a manos de Margaret Beckett, que ganó por un estrecho margen, con el 57% de los votos. Las primeras palabras de Smith tras su victoria fueron de agradecimiento a su oponente, Brian Gould, "un buen amigo". Y añadió que intentará ser el portavoz del 58% de los electores que no votó a los conservadores en los últimos comicios parlamentarios, el pasado abril, que forzaron la dimisión de su antecesor, Neil Kinnock.
Roy Hattersley, que hasta ayer era el número dos del partido, declaró, nada más conocerse la elección de Smith: "Kinnock era el líder que necesitábamos en la pasada década y Smith es el que necesitamos. en ésta. Es el hombre mejor preparado para ganar la confianza del electorado".El momento más emotivo de la ceremonia se produjo con la llegada de Kinnock al Royal Horticultural Hall, minutos antes de darse a conocer la elección de Smith. Una larga ovación fue el homenaje que los miembros del Partido Laborista rindieron al que fuera su jefe durante nueve años.
"Hoy nos embarcamos en un largo viaje", declaró John Smith en su primer discurso como líder del Partido Laborista. "Un viaje para eliminar la pobreza, la injusticia y la falta de viviendas", dijo. Había comenzado con una mención especial al papel desempeñado por Kinnock en la "transformación y modernización del partido". Y añadió que la historia reconocerá "el valor" de que hizo gala Kinnock "para llevar al partido desde el borde del precipicio al borde de la victoria".
Tras acusar al Gobierno de John Major de ser el culpable de la recesión que vive la economía británica, defendió la necesidad de una mayor descentralización y de la devolución de la capacidad de toma de decisiones a Escocia y Gales.
Democracia interna
La necesidad de "democracia local", dijo Smith, debe ser correspondida con mayores cotas de democracia en el propio Partido Laborista. "Debemos basar nuestra democracia interna en el principio de un miembro, un voto, y no en la base del voto por bloques".La asunción del liderazgo por Smith abre una nueva etapa en la escena política británica. El heredero natural de Kinnock no se caracteriza por sus dotes de orador, y es un político pragmático, como también lo es quien, probablemente, será su rival en las elecciones de 1996: John Major. Smith no oculta el hecho de ser uno de los escasos miembros del Partido Laborista que nunca leyeron a Carlos Marx.
Smith nació el 13 de septiembre de 1938 en Dalmally (Escocia). Hijo de un maestro de escuela, realizó sus estudios en la universidad de Glasgow, en la que se graduó en Historia y Derecho. En 1978, tras una rápida carrera política, se convirtió en el miembro más joven del Gobierno laborista de James Callaghan, al tomar posesión de la Secretaría de Estado de Industria. Tras la derrota laborista frente a Margaret Thatcher, fue el portavoz de la oposición en temas de comercio, energía, empleo e industria. Desde 1987 ocupaba el puesto de canciller del Exchequer -ministro de Economía- del Gobierno en la sombra.
La nueva vicelíder, Margaret Beckett, ocupaba hasta ahora el puesto de secretaria del Tesoro en la sombra. Nacida en Ashton-under-Lyne en 1943, fue designada en 1989 para ese puesto.
A Smith le esperan dos importantes labores que realizar en los próximos cuatro años. Por un lado, redefinir el esquema ideológico laborista, como lo hizo Margaret Thatcher al tomar las riendas del Partido Conservador. Contará con el apoyo de Tony Blair, Jacques Straw y Gordon Braun, que probablemente sean los encargados de coordinar las próximas campañas electorales. Además, deberá realizar una crucial tarea interna en el partido: redefinir las relaciones con los sindicatos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.