Ocho buques de guerra de la OTAN vigilan el embargo contra Serbia
Ocho buques de guerra de la flota permanente de la Alianza Atlántica en el Mediterráneo comenzaron ayer a patrullar en las aguas de¡ mar Adriático con el fin de vigilar el embargo decretado por las Naciones Unidas contra Serbia y Montenegro, según confirmó un portavoz de la OTAN. Esta fuerza controlará los puertos montenegrinos. Mientras tanto, en Londres, el líder de la comunidad serbia de Bosnia, Radovan Karadzic, ordenó a sus tropas que interrumpiesen el acoso a la ciudad bosnia de Gorazde.
Los buques de la, OTAN se unirán a otros tantos de la Unión de Europa Occidental (UEO) que ya están patrullando por la zona. Es la primera vez que las dos organizaciones militares actúan de forma conjunta. No está previsto sin embargo que esta flota, que tendrá el apoyo de varios helicópteros, haga uso de la fuerza para hacer respetar el embargo.Mientras tanto, un día más, los combates siguen en el terreno y los diplomáticos intentan reanudar el diálogo entre las partes que se enfrentan en Bosnia-Herzegovina. Representantes de las tres comunidades de esta república tuvieron ayer por separado una segunda ronda de negociaciones en Londres bajo el auspicio de la Comunidad Europea. Después de entrevistarse el miércoles con el mediador comunitario, lord Carrington, los líderes serbios, croatas y musulmanes dialogaron con el mediador portugués, José Cutileiro.
El representante serbio, Radovan Karadzic, propuso ayer un alto el fuego de 14 días, a partir del domingo, como un primer paso hacia la paz. Además, ordenó a los combatientes serbios el fin del asedio a la ciudad bosnia de Gorazde, último enclave oriental controlado por los musulmanes. A última hora de ayer no se tenían noticias sobre si la orden había sido respetada.
'Cantonización' de Bosnia
Las negociaciones tropiezan con las divergencias respecto de una posible "cantonización" étnica de Bosnia-Herzegovina, apoyada por los serbios y los croatas pero rechazada por los representantes del Gobierno de la república. Otro esfuerzo diplomático corre a cargo del ministro británico de Asuntos Exteriores, Douglas Hurd, cuyo país ejerce actualmente la presidencia de la Comunidad, quien llegó ayer a Zagreb, la capital de Croacia, donde se entrevistó anoche con el presidente, Franjo Tudjman. Ambos coincidieron en la inviolabilidad de las fronteras de Bosnia. Por su parte, el nuevo primer ministro yugoslavo, Milan Panic, se reúne hoy en París con el presidente francés, François Mitterrand.
Panic, elegido primer ministro hace tres días, y que llegó de Estados Unidos hace 10, ni siquiera ha tenido la oportunidad de conocer a fondo su Gabinete antes de emprender una ofensiva diplomática cuyo objetivo es convencer a la comunidad internacional que Yugoslavia optó por la paz, y conseguir así la abolición del embargo.
La elección de Francia como destino de su primer viaje no es sorprendente. Panic apoyó en su discurso inaugural la propuesta de Mitterrand de celebrar una nueva conferencia sobre Yugoslavia. De camino a París, Panic planea detenerse en Italia, un país que coordina el embargo naval a la costa yugoslava.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor, Zivota Panic (sin ningún parentesco con el primer ministro), viajó con urgencia a Boka Kotorska, sede del comando naval de la flota yugoslava. Los mandos militares desmintieron las noticias de que sus aviones de combate habían sobrevolado los buques norteamericanos en el Adriático. "Ningún avión de combate del Ejército yugoslavo ha abandonado el espacio aéreo con destino a las aguas territoriales", asegura el comunicado oficial antes de precisar: "El Ejército yugoslavo no tiene interés en provocar, pero, en caso de violación de la integridad territorial del país, emprenderá una defensa exitosa".
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