El Gobierno alemán, decidido a poner una tasa por el uso de las autopistas
El Gobierno alemán parece decidido a implantar un impuesto por el uso de las autopistas, destinado a financiar el coste de la conservación de la red, la construcción de nuevas vías y la mejora de los transportes públicos, especialmente el ferrocarril. El ministro de Transportes, el democristiano Günter Krause, descartó, sin embargo, que se fije además un nuevo impuesto sobre el carburante. Las cifras que se barajan están en torno a los 400 marcos anuales para los automóviles (25.000 pesetas) y los 9.000 marcos anuales para los camiones de gran tonelaje.El sistema a emplear es similar al que desde hace años se aplica en Suiza, consistente en que el usuario se ve obligado a comprar, por el montante del impuesto, un adhesivo que debe figurar en un lugar visible del vehículo. En realidad, razonan las autoridades alemanas, se trata de un peaje por el uso de las autopistas, teniendo en cuenta que la mayoría de los paises europeos financian sus grandes redes con este sistema, mientras que en Alemania, por donde cruza una importantísima parte de tráfico transeuropeo, son gratis.
Si se consigue superar la inicial oposición de la Comisión Europea, que hace unos meses ya se pronunció en contra de una iniciativa similar, el impuesto para los camiones entraría en vigor a mediados del año próximo, mientras que para los automóviles se aplicaría a partir de 1995. La propuesta será presentada en Bruselas el próximo mes de setiembre. Para Krause estas medidas están destinadas también a reducir el tráfico de vehículos pesados y propiciar otras alternativas como el ferrocarril.
Las asociaciones de usuarios del automóvil ya han anunciado su oposición a la medida.
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