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Desmantelada una red de prostitución en Villalba

Pedro de las Pozas Jiménez, de 41 años, y José Antonio Marinas Martín, de 44, fueron detenidos este fin de semana en Villalba como presuntos responsables' de una red de prostitución con mujeres inmigrantes del Tercer Mundo, según informó la policía. Los dos carecen de antecedentes y han sido puestos a disposición judicial.La red utilizaba como tapadera tres establecimientos de esta localidad serrana: el hotel Paseo Real, situado en el kilómetro 38,500 de la N-VI (Madrid-La Coruña), el restaurante El León y una güisquería cercana. Los tres locales fueron alquilados en otoño por una sociedad limitada llamada Esmago, cuyos socios eran. los dos detenidos.

En el momento de la actuación policial, el viernes por la noche, trabajaban en estos recintos unas 21 mujeres, la mayor parte de ellas dominicanas. También había cuatro marroquíes, dos angoleñas, una argentina, una uruguaya, una italiana y otra indocumentada. Todas ellas están en situación ilegal en el país. Unas, porque carecen del permiso de trabajo y residencia, y otras, porque han regularizado su situación con contratos falsos.

La mayor parte de estas mujeres inmigrantes han llegado a Madrid engañadas con falsas promesas de trabajo en la hostelería y el servicio doméstico. Los dos detenidos les proponían una oferta laboral legal a través de sus compatriotas, amigas o familiares. Así lograban convencerlas para que hicieran el viaje. Una vez en España -siempre según la policía-, las coaccionaban y, en algunos casos, llegaban a retenerles la documentación para forzarlas a ejercer la prostitución. Inmersas en el negocio, carecían de sueldo fijo y cobraban un porcentaje por las copas y los contactos sexuales.

Cada día los responsables de la red recogían a las mujeres en un restaurante del paseo de la Florida y en Alpedrete, donde residían varias de ellas. Des pués las trasladaban en furgonetas a Villalba. Los contactos sexuales se realizaban en un cobertizo anexo al restaurante El León, donde había instalados varios camastros, y en el hotel Paseo Real. En este último establecimiento no era posible reservar habitaciones, aunque se contrataran con tiempo suficiente, ya que, según su encargada, siempre estaba ocupado.

La recaudación media diaria de los tres locales intervenidos era de un millón de pesetas los días laborables y de tres los festivos, según fuentes policiales. Los clientes pagaban de 10.000 a 65.000 pesetas por cada servicio.

El 30 de abril de 1991 fue desarticulada una red que había introducido en España alrededor de 400 mujeres dominicanas para ejercer la prostitución contra su voluntad en locales de Lérida y de Baleares. Cinco meses después era desmantelada otra organización similar que trajo con engaños a 180 mujeres dominicanas para prostituirlas en Galicia, Ibiza y Mallorca.

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