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Cemento concentrado

La llegada de Cemex a Europa al comprar Valenciana intensifica las fusiones cementeras

La compra de Valenciana de Cementos, el primer productor español, con un 14% del mercado, por parte de la mexicana Cemex, supone el primer ataque al mercado europeo de un productor más allá del Atlántico y rompe la tendencia de la última década en la que las grandes cementeras europeas tomaban posiciones en el mercado americano. El sector cementero europeo vive un crucial momento de concentración y nerviosismo justo en un periodo de inestabilidad de los precios y de crisis en la construcción. En medio de este proceso los países de Este y asiáticos luchan por introducir su cemento, más barato, en un mercado de gran competencia.

La OPA de Cemex sobre Valenciana supone la mayor operación de compra sobre una empresa española. De hacerse con el total del capital habrá de desembolsar 123.000 millones de pesetas. Cemex quiere planta cara a las primeras cementeras europeas que en los últimos años le han robado algunos mercados más allá del Atlántico. De hecho, la firma suiza Holderbank es el líder mundial del sector cementero con una fuerte presencia en Estados Unidos. Le siguen dos gigantes europeos, la italiana Italcementi, que hace dos meses ha adquirido la mayoría de Ciment Francais y la también francesa. Lafarge Coppeé.Cemex, con una posición de líder en México y una situación privilegiada en Estados Unidos, une a sus 24 millones de toneladas de producción las 7 de Valenciana y se instala en el Mar Meditérraneo, punto estratégico del mercado europeo.Con unos activos de 385.000 millones de pesetas y unos beneficios el pasado año de 44.000 millones llega a Europa en plena ebullición del mercado y para ello ha optado entrar, por la ruta española, el segundo mercado europeo.

Crisis de la construcción

El mercado cementero europeo lucha por una sobrevivir en un momento de crisis generalizada de la construcción. Además, pesa sobre el sector la vigilancia de la Comisión Europea, que ha enviado un escrito a 75 compañías productoras de cemento europeas acusándoles de no respetar las reglas de la libre competencia. La acusación se basa, según fuentes cercanas a la Comisión, en las investigaciones que ha realizado en los últimos dos años y que revelaron el bajo nivel de exportación entre los países vecinos, lo que apuntaba a presuntos acuerdos en el reparto de los mercados.La toma de participaciones de las grandes compañías se ha acelerado en los últimos meses. Tras la compra de Sanson a la Corporación Banesto por Unifund, un holding con intereses en varios países, por 65.000 millones de pesetas, se ha producido la compra de Valenciana a la familia Serratosa y los noruegos Akker. Hace tan solo un mes, el primer grupo italiano Italcementi invirtió 100.000 millones de pesetas para controlar la mayoría de capital de Ciment Francais, la segunda productora francesa.

Ciment Francais anunció la pasada semana una ampliación de capital por valor de 100.000 millones de pesetas para reducir su endeudamiento, según dijo el preside nite del grupo, Pierre Conso. Esta ampliación es necesaria para financiar su anterior expansión en varios países entre ellos España dónde controla Financiera y Minera, Cementos Rezola y el 25% de Cementos Molins.

Con esa operación. el grupo italiano, controlado por la familia Pesanti, se sitúa a la cabeza del mercado europeo, mientras que Holderbank mantiene el primer puesto en el mercado mundial. Esta empresa también está controlada por otra familia, los Schinidheiny.

Otro escalofrío para el sector lo marcó unas semanas antes Calcestruzzi, del grupo Ferruzzi. En una operación de riesgo compartido con el Banco Nacional de Grecia, adquirió la segunda cementera griega, Heracle. Precisamente la familia Serratosa estuvo hace pocos meses negociando con varias cementeras griegas para cederles parte de capital.

El mercado cementero europeo aún sigue siendo el más atractivo. Los italianos se mantienen en el segundo puesto en el consumo de cemento per cápita a nivel mundial después de Corea del Sur, e Italcementi quiere imponer sus reales en Europa antes de que se cierre el ciclo de concentración de empresas. Proceso que viene motivado fundamentalmente, según los analistas, por la necesidad de aminorar costes para hacer frente a la caída de la producción. Pero además, la concentración se debe a que de las 1.100 millones de toneladas de consumo mundial ninguna firma posee más del 3%. Asimismo, los principales grupos europeos llevan varios años afrontando un diversificación geográfica para salvar las crisis cíclicas de los mercados locales.

En el sector cementero se han colado -las compañías de Turquía, Túnez y Rumanía a las que se ha denunciado ante la Comunidad Europea por dumping (penetrar los mercados con precios por debajo del coste de producción). De hecho, la entrada de cemento barato de estos países ha provocado una caída del 15% en el precio el año pasado.

Con la venta de Valenciana y de Sanson el sector cementero español cambia de fisonomía. Antes de estas dos operaciones, el sector se organizaba en forma de oligopolio de oferta, con 30 empresas cementeras que cuentan con 45 centros de producción y que concentran sus ventas en sus áreas de influencia geográfica. El total de capacidad instalada supera los 33 millones de toneladas al año. Cinco grupos cementeros concentran más del 60% de la producción nacional, porcentaje no muy elevado si se compara con otros países europeos.

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