Decretada la apertura de juicio contra 52 procesados de la 'Operación Mago'

La Audiencia Nacional decretó ayer la apertura del juicio oral contra 52 procesados en la denominada Operación Mago contra el narcotráfico en Galicia. Este trámite procesal, que confirma la conclusión del sumario dictada por el juez Baltasar Garzón en febrero de este año, era imprescindible para que finalmente puedan ser juzgados los principales implicados en las mafias gallegas del tráfico de droga. La vista oral, según fuentes de la Audiencia Nacional, no tendrá lugar muy probablemente antes de la próxima primavera, aunque el tribunal tiene intención de evitar Cualquier dilación indebida del proceso.

La resolución desestima las peticiones de sobreseimiento de las actuaciones que habían solicitado los empresarios Carlos Goyanes y Celso Barreiros. El tribunal explica que el sobreseimiento sólo podría decretarse cuando los hechos que se imputan a los dos acusados no fueran constitutivos de delito, lo que a juicio de la sala, no concurre en este caso.Tampoco accede el tribunal a fragmentar o separar el juicio en actos diversos para unos y para otros procesados, como igualmente había solicitado Carlos Goyanes, que pretendía ser juzgado en solitario. La única fragmentación registrada en el sumario 13 / 90 es el desglose de las actuaciones seguidas contra José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, y su grupo, que fueron detenidos varios meses después de la Operación Mago y cuyo procedimiento había sido acumulado a esta causa en un principio.

El proceso contra Sito Miñanco y otros 16 encausados se sigue en el sumario 8 / 91 y el fiscal también ha pedido la apertura del juicio oral, aun que en la actualidad el caso está pendiente de recursos de apelación contra el auto de conclusión de sumario. Entre los principales acusados en el sumario 13 / 90 figuran Laureano Oubiña y su esposa Esther Lago, considerado por la policía española y la DEA norteamericana como uno de los principales jefes del narcotráfico en Galicia; Manuel Charlín Gama y su hijo Manuel Charlín Pomares, jefes del denominado clan de los Charlines grupo reconvertido del contrabando de tabaco al narcotráfico, y José Manuel Padín Gestoso, Manolo el catalán, otro de los jefes de la distribución de droga.

También figuran Antonio Cebollero Campos, Alfredo Cordero González y Alberto Vargas Vera, considerados la conexión española del cártel de Bogotá, dedicado a la introducción de cocaína a gran escala en Europa a través de la península Ibérica.

Igualmente figuran en el sumario Carlos Goyanes, personaje de la alta sociedad al que se acusa de distribuir cocaína entre su círculo de amistades; el empresario Celso Barreiros, al que se vincula con el tráfico de armas en un país centroamericano, y Ricardo Portabales, el arrepentido cuyas revelaciones sobre las tramas gallegas fue el origen de las investigaciones.

Rebeldes

El auto dictado ayer por la Audiencia Nacional confirma la situación de rebeldía para cinco de los procesados entre los que cabe destacar a José Ramón Matta Ballesteros y Fabio Ochoa Vázquez, hermano menor del clan de los Ochoa.Ambos fueron considerados en su día como los proveedores de la droga y organizadores de importantes operaciones de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico que se desarrollaron en España y América.

También han sido declarados rebeldes Melchor Charlín, Miguel Ángel Félix Gallardo y Alberto Teijelo.