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KIO encarga una auditoría para conocer el estado real de la gestión de sus empresas en España

KIO ha encargado la elaboración de una completa auditoría de todas sus inversiones en España, según han confirmado fuentes financieras. El mencionado informe, que abarcará tanto la holding Torras como sus diferentes filiales, pretende esclarecer el estado real de las empresas en las que el grupo árabe mantiene participaciones. Durante los últimos años, la gestión de sus intereses en España ha estado encomendada al financiero Javier de la Rosa.

Según las mismas fuentes, esta macroauditoría no estará terminada antes de tres meses, momento en que KIO decidirá con mayor claridad cuál será su política en España. En el momento del relevo del equipo ejecutivo de Javier de la Rosa KIO ya realizó una primera verificación de la realidad financiera del grupo, ampliada ahora con esta nueva auditoría. Fuentes financieras han coincidido en manifestar la dificultad de cuantificar con precisión las relaciones financieras entre las diversas empresas del grupo entre sí y con la matriz, debido, entre otras cosas, a la existencia de múltiples créditos y avales cruzados.Ejecutivos de KIO en España han manifestado a altos responsables de la banca española su deseo de que, mientras no se conozcan los datos de este estudio, su objetivo es transmitir un mensaje tranquilizador al conjunto de las entidades acreedoras, para evitar que se produzca cualquier acción que pueda complicar la situación del grupo.

Torras ha canalizado inversiones de KIO en España por un volumen aproximado de 500.000 millones de pesetas, y obtuvo 2.997 millones de beneficios brutos durante el pasado ejercicio de 1991. En ese mismo año, según la última información completa fa cilitada por la sociedad a la CNMV, el endeudamiento con solidado del grupo -es decir, incluyendo sus responsabilidad s en las empresas participadas ascendía a 321.968 millones. De estas cifra, 181.733 millones son a corto plazo.

Crisis de Ercros

Hasta ahora, tras el cambio de su equipo ejecutivo, el Grupo Torras tan sólo ha marcado distancias claras respecto a su división química, Ercros, en la que tiene reconocida una participación del 40%, mientras que no ha puesto en duda sus inversiones en los sectores de papel, inmobiliario y alimentarlo. Precisamente, durante la reunión celebrada el pasado martes con la banca nacional y extranjera, los representantes de KIO definieron una política respecto a Ercros que ha sido calificada por varios banqueros asistentes como "fría". En la misma línea, Torras manifestó que su compromiso en las empresas que no controla es proporcional a su porcentaje de participación en la empresa. Esta línea argumental, sin embargo, puede tener implicaciones en otras empresas del grupo con gran endeudamiento y ciertas tensiones en sus flujos de ingresos y pagos.

De las principales participadas de Torras, la que mantiene un nivel más alto de endeudamiento es Prima, promotora del proyecto Puerta de Europa en Madrid, en la que el holding de KIO posee el 33% del capital y cuya cifra de acreedores alcanza los 78.497 millones. En el caso de Ebro, en la que la participación es del 40%, el volumen de la deuda es de 77.000 millones.

En el caso de la crisis de Ercros, la impresión que se transmite desde los medios Financieros implicados es que aumentan las divergencias de actitud entre el equipo ejecutivo, nucleado en torno al presidente de hecho, Josep Piqué, por un lado, y el accionista, KIO, por otro.

En cualquier caso, durante el día de ayer la empresa sólo pudo hacer frente al pago de 50.000 pesetas, equivalentes a una tercera parte de la nómina de sus 4.000 traba adores de su división de fertilizantes, estructurada en torno a la empresa FESA-Enfersa. Portavoces de Ercros manifestaron ayer que la empresa no está en condiciones de fijar una fecha para el pago de los dos tercios de los salarios que aún están pendientes de pago.

Ayer las centrales sindicales CC OO y UGT de Huelva emitieron un comunicado conjunto en el que expresaban su convicción de que los cortes de suministro que padecen las factorías de FESA en esa provincia colocan a la empresa "al borde de la quiebra". Según los sindicatos, el cierre de las factorías de la empresa de fertilizantes en la provincia de Huelva implicaría la pérdida de 1.000 puestos de trabajo directos y otros 4.000 indirectos.

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