Los malos augurios de las encuestas
Los indicadores de confianza del Gobierno dan al PSOE el grado más bajo de manera continuada desde que entró en el Ejecutivo en octubre de 1982, según fuentes socialistas. Esta persistencia del bajo perfil del Gobierno arranca del pasado mes de febrero y se prolonga hasta mayo. El bajo respaldo del Gobierno, vinculado a las malas perspectivas de la economía española, supondría la pérdida de la mayoría absoluta que el PSOE si los comicios se celebrasen ahora. Estos factores abren la hipótesis de un adelantamiento de las elecciones legislativas y acrecientan la incógnita sobre la presentación de Felipe González, según fuentes socialistas.El bajo perfil electoral del PSOE ha encendido las luces rojas en el Gobierno. Hace tres semanas, antes de hacerse públicos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que han puesto de relieve la caída del empleo, la ministra portavoz, Rosa Conde, se reunió en Madrid con algunos altos cargos de la Presidencia del Gobierno para analizar la situación insólita que se plantea al Ejecutivo desde 1982.
En esas condiciones, de posible pérdida de la mayoría absoluta, desde la dirección socialista se abren las dos hipótesis, la de que Felipe González encabece las listas electorales del PSOE o no e incluso no se descarta que las elecciones legislativas se adelanten unos meses.
Cabeza de cartel
La dirección socialista tiene claro de que, si esto ocurriera, el cabeza de cartel indiscutible volvería a ser Felipe González porque no habría tiempo para preparar una alternativa adecuada. Esta hipótesis podría darse en el caso de que los indicadores de confianza del Gobierno mejoraran en los próximos meses, hasta finalizar los acontecimientos del 92 el próximo octubre, y pudieran garantizar al PSOE conseguir de nuevo una mayoría suficiente.La segunda hipótesis que se está barajando consiste en que los indicadores no mejoren para después del verano y el PSOE se arriesgue a perder la mayoría absoluta. En ese caso, y según las fuentes socialistas consultadas, la incógnita sobre la presencia de Felipe González como cabeza del PSOE permanecerá y no se descarta que la fórmula sea la sucesión para encabezar un posible gobierno de coalición.
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