El voto joven
Avi es un soldado israelí de 23 años de aspecto punki, arete y todo. Dice que algún día quisiera ir con su novia a las ruinas de Petra, en Jordania. "Está visto que nada es imposible", dijo ayer festejando, más que el triunfo del candidato laborista Isaac Rabin, el curioso renacimiento de la izquierda israelí.
Formado por los partidos Ratz, Shinui y el Mapam, el Meretz, de Shulamit Aloni, representa un fenómeno peculiar que aglutina a jóvenes idealistas y yuppies por igual. Avi ha votado por el Meretz. "Es la única alternativa para nuestra generación en un país de políticos, aventureros y bribones", afirmó ayer.
Cansados de la política tradicional y defraudados por dirigentes septuagenarlos, los jóvenes israelíes forman la columna vertebral del Meretz y si de ellos dependiera Gaza y Cisjordania tendrían que ser devueltos a los árabes. El primer paso, sin embargo, debe ser dar plena autonomía a los palestinos de los territorios ocupados.
Popularidad del Meretz
La popularidad del Meretz refleja también la carrera de Aloni, una abogada y periodista de 62 años cuyo magnetismo personal envidia más de un político israelí. Promotora de la causa de la paz y fundadora del Movimiento de Derechos Ciudadanos y la Paz, Aloni fue miembro de la Kneset (Parlamento) a partir de 1965 y se desempeñó como ministra sin cartera en 1974. Hoy descansa en su cartera la llave que Rabin necesita para formar un Gobierno con voz joven.
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