Fallos del sistema contra incendios del hotel que alojará al Comité Olímpico
El incendio declarado el 21 de mayo en el hotel Princesa Soria de Barcelona, que dentro de dos meses alojará durante los Juegos a los miembros del Comité Olímpico Internacional, puso en evidencia el enorme déficit que reúne el establecimiento en materia de seguridad. Ni los detectores de humo ni las alarmas ni los diversos dispositivos contraincendios funcionaron y el material de decoración no es ignífugo. Así consta en un informe elaborado por los bomberos de Barcelona.
El fuego empezó en la decimotercera planta, rebautizada como decimocuarta ya que el 13 es número de mal augurio. La altura impidió a los bomberos utilizar los brazos articulados por la fachada, dado que, en el mejor de los casos, cubrían 30 metros de altura. La planta siniestrada estaba a unos 40 metros. Para atajar el fuego se buscó el medio más rápido de llevar agua a presión al piso afectado. Y el sistema más adecuado tiene un nombre técnico: columna seca; una red de tuberías de uso exclusivo para los bomberos que cubre todas las plantas del edificio y puede conectarse, mediante una manguera, con las salidas de agua a presión que hay en las aceras.
Pero la columna de marras, cuya toma se halla en la calle, no apareció porque estaba oculta por la frondosidad vegetal que rodea el hotel. De haberse hallado tampoco hubiera servido: las llaves que la accionan estaban agarrotadas. Y, por si fuera poco, el racor metálico que debería permitir su conexión con las mangueras de los bomberos no es del mismo calibre.
El incendio fue sofocado gracias a que los bomberos consiguieron habilitar la columna húmeda -que tiene salidas con mangueras en armarios acristalados en los pasillos- y a que el fuego no había adquirido proporciones importantes. Según el informe posterior, no funcionó ninguno de los sistemas de detección de incendios.
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