Una juez procesa por homicidio a la joyera que mató a un atracador

El Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid ha decidido procesar por homicidio a la joyera Carmen Jiménez, que disparó contra dos atracadores y mató a uno con dos tiros, uno de ellos por la espalda, según fuentes jurídicas. La juez le ha impuesto una fianza de 500.000 pesetas. Los dos asaltantes acababan de atracar, a punta de navaja, el establecimiento del que es propietaria, la joyería Alvioro, situada en la calle de Atocha, número 18

El suceso, ocurrido el pasado 14 de octubre, levantó un fuerte respaldo vecinal a la joyera. Como consecuencia de los disparos, realizados cuando los atracadores huían con el botín, falleció Miguel Rodríguez Cancho, de 29 años, delincuente habitual del que constaban antecedentes penales por tráfico de drogas y robos. El otro atacador, José Enrique Galiano García, fue detenido tras el atraco.Ni Carmen Jiménez, que fue puesta en libertad condicional tras prestar declaración, ni su abogado se pronunciaron ayer. En casa de la joyera, ausente ayer por la tarde, dijeron: "Carmen no hará declaraciones". Su abogado, Pedro Romero, no confirmó ni desmintió el procesamiento de su defendida.

Desde que se produjo el suceso, la juez que ha instruido el sumario ha mantenido un absoluto hermetismo sobre las pesquisas. Todas las diligencias las ha llevado personalmente un funcionario, al que se prohibió incluso comentar con sus compañeros el desarrollo de la investigación.

Fuentes jurídicas indicaron ayer que desconocían si el sumario ha sido concluido y remitido a la Audiencia Provincial o, por el contrario, sigue en poder del juzgado. "Si se ha producido el auto de procesamiento, lo normal es que ya esté terminado", dijeron. Una vez que el sumario se envíe a la sección de la Audiencia Provincial que corresponda (cada juzgado tiene asignada su propia sección), éste será remitido al fiscal para que califique los hechos.

El delincuente muerto, cuya familia presentó una denuncia por asesinato, estaba casado y tenía dos hijos. Cuando cometió el atraco, se encontraba disfrutando de un permiso de fin semana que le había concedido la cárcel de Burgos. Rodríguez Cancho murió como consecuencia de uno de los dos disparos que hizo Carmen Jiménez con un revólver del calibre 38 que tenía en su local, donde se habían producido otros robos con anterioridad. La bala perforó el tórax del asaltante.