La costa del azar
Además de Cádiz, Almería ha sido este año escenario de constantes incidentes en los que el deseo de los inmigrantes de entrar en España ha acabado en tragedia. El 6 de febrero llegaba a la playa de Almerimar, en El Ejido, un viejo pesquero almeriense comprado en Marruecos con más de un centenar de inmigrantes hacinados en la bodega y en la cubierta para cruzar el Estrecho.Según el testimonio de un superviviente, unos 20 pasajeros habían caído al mar por el exceso de ocupación o arrojados por la borda tras morir asfixiados. Ciento diez supervivientes fueron detenidos y devueltos a Marruecos. Dos cadáveres eran enterrados en el cementerio local. Fue el mayor y más dramático desembarco de cuantos ha vivido la provincia de Almería.
Anteriormente se había producido otra llegada masiva, esta vez en la playa de Los Alemanes, en Roquetas de Mar. Era el 25 de enero y la Guardia Civil sólo lograba detener a dos de los 40 ocupantes de la patera que apareció varadá con dos motores fuera borda y restos de comida y ropa en su interior.
En mayo era encontrada otra patera, en la cala de San Miguel, en El Ejido. Dos jóvenes marroquíes fueron detenidos por entrada ¡legal pero se supone que al menos otros 30 lograron salir de la zona. Ésta era la primera llegada sin víctimas desde la trágica de febrero.
Los llamativos reportajes que aparecieron en televisiones y periódicos europeos lograron que Europa tomara conciencia de la gravedad de la situación en las costas del sur de España.
En Madrid, Santiago Varela, subsecretario de Interior, y los parlamentarios almerienses del PSOE Juan Callejón y Martirio Tesoro trazaban el 12 de febrero un bosquejo de plan de acción que comprendía tanto la represión policial como a la negociación diplomática para devolver a los detenidos.
Los desembarcos de pateras marroquíes en las costas de Almería se saldan habitualmente sin víctimas. Además, un 50% de estos inmigrantes ¡legales logra huir antes de la llegada de la Guardia Civil. El Gobierno Civil de Almería admite que cientos de inmigrantes logran llegar y perderse pero insiste en que tres de cada cuatro fugitivos son detenidos en provincias limítrofes o en otros puntos de la Península.
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