Aumentan las presiones sobre Wall Street

La Bolsa de Nueva York consiguió superar otra vez ayer la barrera del 3.400, a pesar de la apatía con que los inversores esperan los datos sobre inflación y ventas al pormenor que deben publicarse esta semana. En concreto, el Dow Jones quedó en el 3.404,14 puntos, tras ganar 5,45.Esta desconfianza tiene como base la última cifra económica conocida, la del desempleo, que si bien afectó poco a la bolsa puso un punto de duda sobre las posibilidades inmediatas de reacción de la economía estadounidense.

Los inversores en el mercado neoyorkino se muestran un tanto cansados de los valores cíclicos con los que han jugado hasta ahora, y tantean otros sectores con menos peso específico en el mercado.

Este callejón sin salida en que ha entrado la bolsa norteamericana obliga a volver la vista hacia otras latitudes en busca de noticias, y, mientras éstas llegan, los inversores se conforman con reacciones puntuales ante los últimos acontecimientos en cada sector en concreto.

El índice Dow Jones cedía a media sesión de ayer un poco más de cinco puntos y se situaba en el nivel de 3.393 puntos.

Tokio abría la semana con un nuevo recorte de 134,9 yenes, esta vez debido a la inactividad inversora ante el vencimiento de contratos de futuros del próximo viernes. Esta caída afectó al ambiente de los mercados europeos, ya bastante preocupados por los problemas propios de cada sistema económico y por el futuro de la Unión Europea. Londres perdía más de 22 puntos, un 0,85%, por las previsiones de una revisión a la baja en los resultados empresariales y también porque las instituciones se mantienen al margen del mercado. París y Francfort no celebraron sesión por ser festivo.