Método científico

En respuesta a una carta publicada el pasado 23 de mayo acerca del Big Bang debo decir que si bien comparto con el autor de la misma, Dionisio García, la inquietud filosófica sobre lo que pudo o no existir antes del origen del universo, discrepo de la idea que tiene acerca del funcionamiento del método científico.Una teoría es un modelo simple de la realidad, basado en unas hipótesis que pueden ser o no ciertas. A partir de ahí, la física como ciencia empírica trata de demostrar las hipótesis recogiendo datos de la realidad, analizándolos y extrayendo conclusiones.

La teoría del Big Bang parte de la hipótesis de que el universo tiene su origen en una singularidad, en un punto. Sentado esto, el trabajo del científico es tratar de consolidar la teoría aportando datos que la demuestren, o bien refutarla si los datos obtenidos no se adaptan a la hipótesis.

Para bien o, para mal, éste es el funcionamiento del método científico, y lo cierto es que el trabajo de la comunidad científica desde que Hubbert enunciara la teoría del Big Bang la han confirmado más que refutarla. Ahora bien, los datos se han ido confirmando, por decirlo de alguna manera, de adelante hacia atrás, desde la observación de regiones relativamente. cercanas a nosotros hasta la visión de los confines del universo gracias al satélite Cobe, de manera que no se puede pretender dar un salto en el proceso y tratar de adivinar lo que pudo haber antes de la singularidad del punto inicial salvo para satisfacer esa inquietud que todo humano tiene; la gran pregunta: ¿por qué y para qué estamos aquí? Pero el científico está más limitado por su propio modo de procedimiento, que requiere pruebas y no admite lagunas.

Se trata, pues, de un asunto de fe en el método científico, y de esperar a tener más pruebas que confirmen la actual hipótesis de un momento inicial o a que otro científico la eche por tierra, con datos contundentes en su mano.-