Arantxa se hunde frente a Steffi Graf

ENVIADO ESPECIAL, Arantxa Sánchez Vicario perdió ayer la posibilidad de acceder a su tercera final del torneo de Roland Garros. La española ganó la primera manga con enorme autoridad y controló los inicios de la seguinda, pero acabó perdiendo contra Steffi Graf, la segunda jugadora mundial, por 0-6, 6-2 y 6-2, en 1 hora y 45 minutos. En la final, Graf, a punto de cumplir los 23 años, jugará contra la yugoslava Mónica Seles, que derrotó a Gabriela Sabatini (Argentina), por 6-3, 4-6 y 6-4. La alemana disputará su quinta final en París, donde ha ganado dos veces. Seles buscará su tercer título de Roland Garros.

Roland, el perrito de Arantxa, no se enteró de nada. En primera fila del palco de jugadores, debió notar las vibraciones de Marisa, la madre de Arantxa, mientras las cosas iban bien. Después, cuando se complicaron, molestaba a todo el mundo, pasó de los brazos al suelo y dejó de sacar la cabeza para ver como su dueña se debatía en la central. Roland campó entonces a sus anchas.Arantxa, en cambio, comenzó a sufrir y a ver escapar la posibilidad de su tercera final en París, justo cuando su perro más a gusto se encontraba. La española, entró en la pista como un ciclón, jugó una primera manga sin apenas errores y aprovechó a la perfección las múltiples dudas que existían en la cabeza de Graf.

La ganadora de 1989 le endosó a Graf el segundo 6-0 de este año. Pero, como ocurió en las semifinales de Chicago ante Novotna, la alemana se las arregló para levantar de nuevo el vuelo y quedarse con la plaza para disputar el título. "Al principio no sabía qué hacer", confesó Steffi. "Perdía la paciencia y todo me salía mal. A partir de la segunda manga me motivé . Me dije que era capaz de hacer las cosas bien. Y funcionó".

La agresividad que Arantxa demostró en la manga inicial, su excelente porcentaje de aciertos y sus escasos errores -cuatro no forzados, por 15 de Graf-, se invirtieron en la segunda manga. A partir de aquel momento, fue Graf la que se lanzó a un ataque desaforado, disparando balas con su derecha. Arantxa comenzó a tener prisa por ganar. Y sus porcentajes de errores subieron. "El resultado del año pasado nunca pasó por mi mente", dijo Arantxa, una vez concluido el partido. "En el segundo set me precipité. Y en el tercero, ella tuvo más decisión y más suerte".

Perdida la segunda manga en 35 minutos, con evidentes problemas por parte de las dos jugadoras con su servicio, Arantxa volvió a vislumbrar la posiblidad del triunfo. Se colocó 2-0 y dispuso de una pelota para romper el saque de Stefri y colocarse 3-0. "Fue el momento más importante del partido", señalaron las dos. "Con 3-0 todo habría podido cambiar. Pero Steffi tuvo mucha suerte", dijo Arantxa.

Graf acabó rompiendo a Arantxa para el 4-2 y aquello fue definitivo. Le permitió encarrilar seis juegos consecutivos y concluir el partido en la primera bola decisiva. Arantxa tuvo unos momentos de incertidumbre. Miró al palco, y vió que los suyos estaban con ella. Había una cierta decepción. "Me fui triste, pero no con la sensación de haber perdido yo el encuentro, sino de que Graf lo había ganado. Mentalmente, me sentía cansada".