Tres recortes
Tres. Los residentes del centro de la capital bosnia habían aprovechado la tregua matutina para salir de los sótanos. Tres proyectiles de mortero disparados desde las colinas de Treveric, controladas por el Ejército yugoslavo y las milicias serbias, cayeron en la calle peatonal de Vase Miskina. Al menos 16 muertos y más de 150 heridos es el resultado del brutal ataque. La mayoría de las víctimas, entre ellas un niño de seis meses, murieron cuando hacían cola para comprar el pan. Mirjana Tomic. EL PAÍS, 28 de mayo de 1992.Dos. Teníamos por entonces en Azkoitia una pequeña sucursal del negocio familiar, a regentar el cual envió mi padre a Ramón. En los primeros días de su llegada, y estando a la puerta de su oficina, pudo observar a pocos metros de él a una señora que llevaba un niño en brazos y otro agarrado de su mano. Este último se escapó cuando atravesaba la calzada un gran camión. La señora se lanzó tras el muchacho y a, Ramón apenas le dio tiempo de quitarle el niño que tenía en brazos y ver con horror cómo la madre y el otro hijo morían aplastados por el pesado vehículo. Pues bien: el niño que quedó en sus brazos aquel día sería, 18 años después, uno de los presuntos miembros del comando que acabó con su vida, y precisamente el presunto autor del tiro de gracia en su sien. Pedro Mari Baglietto, carta enviada a su primo Eugenio Etxebeste (Antxón), dirigente de ETA, con motivo del asesinato de su hermano Ramón, en 1980. Fuente: diario Deia, 5 de, mayo de 1986; reproduce la copia enviada a Cristina Cuesta, hija del delegado de Telefónica en San Sebastián, asesinado por ETA en 1982, y promotora de la asociación Gesto por la Paz.
Uno. Se necesita sangre y tiempo para hacer Un pueblo. José Manuel Pagoaga (Peixoto), antiguo dirigente de ETA. Punto y Hora de Euskal Herria, número 280, octubre de 1982.
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