Corcuera condecora al ex titular de Interior francés por la ayuda contra ETA

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, impuso ayer en Madrid a su antiguo homólogo francés, Philippe Marchand, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Marchand explicó que es la primera condecoración que ha aceptado en su vida. "Estoy orgulloso de hacerlo en mi segunda patria", señaló. El acto se convirtió en una exaltación en común de la colaboración hispano-francesa contra ETA.

La imposición de la banda y la insignia, celebrada en el palacete del Ministerio del Interior en el paseo de la Castellana, dio pie a Corcuera para transmitir a Marchand un mensaje personal de gratitud del presidente del Gobierno, Felipe González, por la cooperación entre ambos países "en fechas para España tan importantes". El ministro español se felicitó de los numerosos encuentros con Marchand cuando aún ocupaba el cargo. Tantos, dijo, "que en muchas ocasiones no se han enterado los compañeros de la prensa, tan pendientes siempre de nuestras cosas, lo cual indica que lo hicimos bastante bien". Corcuera subrayó, en particular, el éxito de los compromisos adoptados por ambos ministros el verano pasado, que permitieron desde entonces "trabajar con mayor coordinación y éxito".

Marchand respondió que se siente muy satisfecho de haber podido mejorar la cooperación entre los dos países en la lucha contra el terrorismo durante el año y medio de su mandato, lanzó un mensaje de optimismo a la sociedad española sobre la victoria contra la violencia y calificó la colaboración en el ámbito de Interior como "indispensable para España y para Francia".

"Hemos contribuido a salvar vidas", le dijo a Corcuera, "y podemos sentirnos orgullosos como hombres y como responsables políticos". El ex ministro francés, sustituido por Paul Quilés poco después de la detención de la cúpula de ETA el pasado 29 de marzo, hizo una confidencia a los presentes sobre la operación policial de Bidart. "Estábamos en el recuento electoral de las regionales, con malos resultados para nosotros [los socialistas franceses]. Yo no pude evitar un gesto de enorme satisfacción y hubo quien pensó que me había vuelto loco. Pero era que acababa de conocer ese éxito policial, largamente esperado".

Tras el acto, Marchand explicó que siempre ha percibido como "una gran injusticia y un error de juicio" las críticas procedentes de España sobre la supuesta falta de ayuda francesa contra el terrorismo de ETA. "Pero siempre confié en que los resultados acabaran por aclarar las cosas como ha sucedido", agregó.