Patético Ruiz-Mateos
La escalinata de acceso a los juzgados madrileños se ha convertido esta semana en un escenario estelar a cuenta del escándalo de Ibercorp. La declaración de los Boyer, Rubio y De la Concha garantizaba la presencia masiva de cámaras. José María Ruiz-Mateos ha intenta do, una vez más, capitalizar el acontecimiento. Vestido de chulo madrileño un día, de enterrador al siguiente -con un falso féretro a cuestas-, el antiguo propietario de Rumasa y hoy eurodiputado se superó ayer a sí mismo con su disfraz de Superman. Rebasada hace tiempo la breve franja que separa la payasada del ridículo, Ruiz-Mateos era ayer un personaje patético.
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