Francia y Alemania plantean un rápido ingreso de Austria, Suecia y Finlandia en la Comunidad
"Francia y Alemania están de acuerdo en la apertura de negociaciones [para ampliar la Comunidad Europea (CE)] tan pronto como sea posible con aquellos países que lo desean, y sobre todo con aquellos que ya han formalizado su solicitud, como Austria, Suecia y Finlandia", indica el comunicado con el que ayer François Mitterrand y Helmut Kohl pusieron fin a la cumbre de La Rochelle. Esta reunión franco-germana ha dado un paso crucial en la construcción europea con la creación de un Cuerpo de Ejército, presentado ayer por Kohl como la respuesta del Viejo Continente a una añeja aspiración norteamericana. Sus palabras eran una respuesta irónica a la inquietud manifestada por Washington ante este hito.
"Estoy a favor de la ampliación y creo que convendría realizarla en un plazo muy breve", declaró ayer el canciller Kohl en La Rochelle, para dar un énfasis personal a la frialdad de las palabras del comunicado.Miterrand y Kohl consideran que Austria, Suecia y Finlandia han mostrado claramente su voluntad de asumir la actuales políticas comunitarias y su deseo de unirse a los Doce en su avance hacia la unión europea definida en el tratado de Maastricht y, según el comunicado, "están convencidos de que tal integración reforzará política y económicamente la unión europea".
Ambos estadistas se esforzaron en destacar que la decisión de crear un Eurocuerpo militar compuesto por 35.000 hombres "no afecta en lo más mínimo las obligaciones existentes para con otras organizaciones. El Cuerpo de Ejército Europeo contribuirá a reforzar la OTAN". Sin embargo, no fue posible ocultar la intención última del proyecto y, con un cierto aire irónico ante el aparente nerviosismo con que Washington ha recibido la noticia, Kohl señaló que los europeos no hacen ahora sino seguir el consejo que les dieran los norteamericanos: "Ocuparnos de nuestra propia seguridad".
En un detalle que no escapó a los presentes, Kohl habló en varias ocasiones de la OTAN en pasado, como agradeciéndole los servicios prestados, "pero ahora Europa está adquiriendo una nueva dimensión y quiere reencontrar su personalidad".
Mitterrand no descartó que en el futuro pueda producirse una disparidad de intereses de la OTAN y la Unión Europea Occidental (UEO): "Todo es posible. Lo que deseamos es que este Cuerpo de Ejército franco-alemán se amplíe rápidamente. Bélgica, Luxemburgo, España e Italia son los países que más interés han mostrado por unirse a esta gran unidad de vocación europea y podrían incorporarse a ella quizá en el orden en que acabo de citar los países".
El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, vino a dar la razón a Mitterrand al anunciar ayer mismo que España "estudiará la mejor fórmula de concretar su contribución a las unidades militares europeas". España "sigue con el máximo interés el desarrollo de esta iniciativa destinada a dotar a la UEO de capacidad militar".
En el mismo día en que el Pentágono anunciaba un nuevo paso en su plan de reducir tropas en Europa, con la retirada de 6.000 soldados en un plazo sin concretar, Kohl dijo no estar inquieto "ante una futura disminución de la presencia militar estadounidense en Europa".
Alta velocidad entre París y Berlín
O. M. Helmut Kohl y François Mitterrand alcanzaron en La Rochelle una serie de acuerdos bilaterales entre los que destaca el referido a una política conjunta de transportes y comunicaciones. El resultado más espectacular es la decisión de construir unas líneas ferroviarias de alta velocidad que unan París con Berlín pasando por Francfort, y la capital francesa con Múnich pasando por Estrasburgo. Kohl incluso anunció su intención de prolongar los trazados hasta Varsovia y Moscú, en un caso, y hasta Viena en el otro.
En esta cumbre franco-germana también se han abordado otros aspectos relativos a la construcción europea, cuestiones que sin duda constituirán el núcleo del diálogo que mantendrán Kohl y Mitterrand a lo largo de este fin de semana que van a pasar en la isla de Ré. Una de ellas es la hipótesis de un no al tratado de Maastricht en el referéndum danés del próximo día 2 de junio. Tanto Mitterrand como Kohl dijeron que si bien desean que "todas las respuestas sean afirmativas, una negativa no impedirá continuar la política de unidad e invitar a los demás miembros de la Comunidad Europea a aplicar la totalidad del Tratado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.