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Grandes diferencias en la OPEP para decidir un nuevo techo de producción

Los 13 miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) se reúnen desde ayer en Viena en conferencia ministerial para acordar un nuevo techo de producción durante el tercer trimestre del año. Una vez más, como viene siendo habitual desde el estallido de la crisis del Golfo en agosto de 1990, Arabia Saudí, que quiere aumentar la producción para anticiparse al incremento de la demanda el próximo invierno, se enfrenta a Irán y otros pequeños productores, que prefieren mantener el actual techo de producción para que suban los precios en los próximos meses.

En todas y cada una de las reuniones que ha celebrado la OPEP desde la invasión de Kuwait por Irak, Arabia Saudí ha reivindicado siempre nuevos aumentos en la producción del cartel para continuar ampliando su cuota de mercado a costa de precios bajos pero estables. En la conferencia ministerial que empezó ayer, el reino saudí pidió a sus socios de la OPEP un aumento de un millón de barriles al día (mbd) por encima del techo actual de 22,98 millones pactado el pasado mes de febrero, según explicaron delegados saudíes ayer en Viena. Desde que se abandono el sistema de cuotas en agosto de 1990, para compensar la ausencia del petróleo iraquí y kuwaití en el mercado -que en algunos momentos disparó los precios hasta los 40 dólares-, el reino ha pasado de producir el 23% entonces a más del 35% en la actualidad, sin preocuparse mucho de la evolución de los precios, que se han situado de media por debajo de los 18 dólares en los primeros meses del año.

Arabia Saudí se ha ganado así la antipatía de los pequeños productores (Argelia, Indonesia y Nigeria) y de países como Irán, con una fragil situación económica que dependen para su recuperación de aumentar los ingresos provenientes de las exportaciones de petróleo. En esta reunión Irán se enfrenta de nuevo a Arabia Saudí. Su ministro de Petróleo, Golarnreza Agazadeh, dijo ayer tras la sesión de la mañana que no aceptará un aumento de producción y que el cartel tenía que hacer lo necesario para impulsar los precios hasta el objetivo oficial de 21 dólares, el precio de referencia que ha mantenido el cartel durante los últimos dos años y que sólo ha superado en la media de los meses que duró la crisis del Golfo.

La batalla, dicen los observadores, será dura. La demanda de petróleo de la OPEP alcanzará los 23,7 mbd en el tercer trimestre del año, según la opinión de los expertos recogida en el semanario especializado Middle East Economic Survey. Según Arabia Saudí, por encima de esta cifra hay que tener en cuenta la restituición de reservas que hacen las compañías occidentales de julio a septiembre, de cara al invierno, que podría suponer una demanda adicional de 0,5 a 1 millón de barriles.

El crudo iraquí

Irak, que todavía padece el embargo comercial impuesto por Naciones Unidas desde la invasión, es incapaz de llegar a un acuerdo con el organismo internacional para reiniciar sus exportaciones de crudo. Arabia Saudí prevé que los precios se disparen a partir de septiembre cuando la OPEP no pueda hacer frente al aumento de la demanda si el embargo contra Irak se mantiene. Sin embargo, con unos precios tan bajos como los actuales -ayer el barril de crudo brent (1 dólar más caro que la cesta de crudos de la OPEP) cotizó a 19,20 dólares- es dificil que el reino logre convencer al resto de los socios de la necesidad de aumentar el techo, señaló ayer el ministro argelino, Ait Luossine.

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