Guerra transmite un mensaje de unidad a los secretarios de organizacion socialistas
El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, manifestó ayer ante los representantes más genuinos del aparato del PSOE -los secretarios provinciales de organización- que la "apertura y renovación" del partido se están llevando a la práctica. Alfonso Guerra y Txiki Benegas reunieron ayer en la sede federal a los secretarios de organización para tratar de la mejora del funcionamiento interno, y transmitir y reafirmar un mensaje de unidad del partido.
El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, actuó como introductor de esta reunión. Según Guerra, en el partido no hay sectores sino "un proyecto político creíble, un partido fuerte para llevarlo a cabo, un liderazgo claro e indiscutible en la figura de Felipe González y un apoyo social suficiente para materializarlo". En esta reunión apenas se habló de los sindicatos y de la próxima huelga general. Su objetivo era reflexionar sobre iniciativas que mejoraran el trabajo de las agrupaciones y de los socialistas en general. La línea apuntada por Guerra y Benegas fue en la dirección de reafirmar la unidad de este colectivo y de ignorar o minusvalorar la existencia de sectores aperturistas o renovadores.
Algunas de las intervenciones de los secretarios de organización que tomaron la palabra apuntalaron la declaración de que la inmensa mayoría del partido estaba de acuerdo con la línea que se lleva y no se ahorraron críticas, aunque sin citar nombres, a aquellas personalidades que en los últimos días han manifestado críticas al funcionamiento del aparato.
El discurso político correspondió a Alfonso Guerra, mientras que Txiki Benegas se centró más en la situación interna para contestar a los últimos reproches. "No se puede estar reInventando cada día el funcionamiento de la organización, pero sí debemos pensar en la mejora de su acción diaria, evitando falsos debates que puedan confundir a los ciudadanos y a los propios militantes". Benegas señaló, en esta reunión a puerta cerrada, que al hablar de apertura se olvida que ésta sólo es posible con una mayor presencia del partido en el tejido social.
El número tres del PSOE señaló que los órganos de dirección elegidos en el 32º congreso habían hecho "un verdadero esfuerzo de apertura y renovación". Según Benegas, esta apertura se traduce en lo siguiente: "El partido socialista se ha acercado a otros colectivos y partidos de la Izquierda y ha conseguido revalidar la confianza de los ciudadanos en los últimos procesos electorales".
Alfonso Guerra, tras referirse al proyecto socialista, la solidez del partido, el liderazgo de Felipe González y el apoyo social del PSOE, señaló que estos pilares no existían en la derecha y se extendió sobre sus "problemas internos y de liderazgo".
Desgaste de la derecha
A juicio de Guerra, estas carencias "les hace desear un adelanto de las elecciones generales, para evitar que su desgaste aumente, hasta tal punto que les impida llegar a los próximos comicios en unas mínimas condiciones de rentabilidad electoral". Según algunos asistentes, Guerra no hizo un apartado expreso para la huelga general o los sindicatos, sino que hizo una reflexión sobre la izquierda y CC OO para afirmar que el sector de ese sindicato que con más entusiasmo apoya la huelga es, al tiempo, el más próximo a la línea de Julio Anguita y en contra de los renovadores de Izquierda Unida. El vicesecretarlo general del PSOE señaló que UGT, al convocar la huelga, entra en contacto directo con el sector más "pro PCE".
Guerra, también sin identiricar por nombres propios, dejó claro a lo largo de su discurso que el PSOE forma un bloque homogéneo que tiene por delante todavía una ardua tarea. El número dos del PSOE, no obstante, evitó hablar de sacrificios como consecuencia de las medidas para colocar a España entre los países punteros de la Comunidad Europea, y tan sólo se refirió a un esfuerzo que "en ningún caso implicará la pérdida de las conquistas".
[Por otra parte, la diputada socialista Carmen García Bloise declaró ayer a Europa Press Televisión que a su partido "no le va a ganar nadie" en su deseo de limpiar la vida pública.]
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