UGT y PSOE se enzarzan en un agrio debate sobre el alcance de la huelga general

El presidente del Gobierno, Felipe González, y la ejecutiva del PSOE, por una parte, y el máximo dirigente de la UGT, Nicolás Redondo, por otra, se enzarzaron ayer en un áspero debate sobre el alcance de la huelga general plagado de reproches y agrias descalificaciones. Felipe González dijo ayer en Sevilla, en relación con la convocatoria de la huelga general, que "no hay alteración social, sino algunos que están alterados". Por su parte, el líder de UGT manifestó antes de la conferencia que pronunció en el Siglo XXI, que los comportamientos de los miembros del Gobierno "rayan en la histeria".

En su conferencia, a la que asistieron numerosos responsables de empresas y ningún dirigente socialista, Redondo aseguró que el PSOE está cavando su propia tumba" al adoptar medidas tales como el decreto-ley sobre desempleo o la ley de huelga. El líder sindical acusó al Gobierno de utilizar un doble lenguaje: el de la izquierda para las elecciones y el de la derecha para gobernar. Criticó al Ejecutivo, que "actúa y opera como un Gobierno conservador duro", que olvida el concepto de solidaridad y lo sustituye por "el enfoque contable de un empresario de seguros". Definió la situación como de "fuerte agitación social y de un agudo grado de frustración política".Por su parte, la ejecutiva del PSOE manifestó, a través de un comunicado tras la reunión celebrada ayer, que confiaba en que los sindicatos puedan reconsiderar su decisión de convocar un paro general para el próximo 28, porque la convocatoria "resulta injustificada y desmedida cuando no se han agotado todas las vías de diálogo y negociación". La ejecutiva consideró también "insólito" que el PP e Izquierda Unida "pretendan" que la actividad política e institucional se paralice o modifique por el paro general de media jornada.

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