Chicago Bulls puso fin en el desempate al sueño de Nueva York

Michael Jordan, con 42 puntos, puso fin al sueño del New York Knicks. Él solo fue capaz de descomponer a un rival tenaz y ganar un partido decisivo por 110-81. Gracias a su actuación, los campeones siguen vivos y pasan a la final de la Conferencia del Este, donde se enfrentarán a otro rival peligroso, el Cleveland Cavaliers. La fatiga será el factor principal. Cleveland también necesitó siete partidos para eliminar a Larry Bird y al Boston Celtics, el domingo por 122-104.

Fue una jornada amarga para Nueva York y Boston. Los Knicks, bajo la dirección de Pat Riley, apretaron ferozmente a los Bulls a lo largo de toda la serie y no fue hasta el tercer tiempo en el partido del domingo que se quedaron sin gas. No obstante, los Celtics no pudieron con los Cavaliers desde el salto inicial, sufriendo un parcial negativo de 35-21 en el primer tiempo. De esa forma bajó el telón en la carrera gloriosa de Bird, jugador de 35 años, que padece de la espalda y seguramente se retire después de su participación en los Juegos Olímpicos de Barcelona. "Tuvimos problemas con nuestro juego defensivo. Tuvimos problemas con nuestro ataque", dijo Bird, quien tan sólo pudo jugar tres partidos en esta serie y que sumó 14 puntos. "No fuimos nada agresivos y ellos pudieron con nosotros desde el primer momento. Me siento mal por perder de esta manera. ¡Pero qué se puede hacer ahora!".

Bird, con tres títulos de Liga, fue junto con Magic Johnson el jugador de la década de los ochenta. Los noventa pertenecen a Jordan. El año pasado ganaron el título con tan sólo dos derrotas en sus partidos de eliminatoria. Frente a los Knicks sufrieron tres pero en la hora decisiva Jordan fue imparable como siempre. Marcó 18 puntos en el primer tiempo, 29 en la primera mitad y cada vez que los Knicks se acercaban él mismo remataba.

Superar los cien

Después del partido Jordan afirmó que no sólo peligraba la fama de los Bulls sino la de él mismo. Fue la primera vez en la serie que Chicago sumaba más de 100 puntos. "Nosotros decimos: 'Vamos a ver si podemos acabar con ellos aquí mismo. Vamos a ver si podemos destruirlos'. Y eso fue lo que sucedió", dijo. "Esta serie puede que nos devuelva el hambre que tuvimos el año pasado. Nueva York merece crédito. Nos han despertado. Nos presionaron. Esta experiencia nos ha endurecido. Comenzamos esta serie pensando que ibamos a ganar en cuatro partidos, pero tuvimos que jugar los siete".