Una provocación, según la oposición y las centrales

Los sindicatos UGT y CC OO reaccionaron ayer con indignación a la aprobación del anteproyecto de Ley de Huelga por el Consejo de Ministros. Lo consideran "una nueva provocación" a los sindicatos y a los trabajadores ya que no se han aceptado sus propuestas en el proceso de consultas, cerrado el lunes pasado por el ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval.

El Partido Popular, Izquierda Unida y el Centro Democrático y Social coinciden con los sindicatos en que la iniciativa del Gobierno "agrava la fuerte tensión social" ante una huelga general convocada. Para la diputada del PP, Celia Villalobos, la ley es necesaria hace tiempo, pero no considera oportuno tramitarla precisamente ahora, en vísperas de un conflicto como el que se avecina. "Es encrespar más los ánimos de la sociedad" aseguró, una demostración de un enfrentamiento que no ayuda demasiado a la política de consenso que tanto habla González. El Gobierno socialista todo lo hace por un motivo y me imagino que es para provocar más tensión; tan torpes no se puede ser".

Julio Anguita, ex coordinador de Izquierda Unida, manifestó a Efe que con la Ley de Huelga aprobada ayer, el presidente del Gobierno sólo "busca liquidar al adversario". El diputádo de IU, Ramón Espasa, señaló por su parte que se trata de "un acto más de hostilidad ante el 28-M y una agresión más a los sindicatos". .

El secretario general del CDS, José Luis Gómez-Calcerrada, mostró la preocupación de su partido por decisión del Consejo de Ministros "sin antes haber llegado a los necesarios acuerdos con las centrales sindicales". Miquel Roca, secretario general de CiU, manifestó que la ley llegaba tarde pero que es necesaria para garantizar los servicios mínimos.

Apoyo del PSOE

Por el contrario, Francisco Fernández Marugán, del PSOE, señaló que este proyecto de ley no es una provocación ante la convocatoria del 28-M. En su opinión, "se ha hecho un esfuerzo de diálogo con las fuerzas sociales y no ha sido posible llegar a acuerdos, pero ello no impide que las cuestiones de interés general deban regularse".Nicolás Redondo, secretario general de UGT, declaró ayer en Canarias que "este proyecto de ley responde a, una profunda desviación ideológica, que va a hacer las delicias de la derecha económica y política". Según dijo, "con esta ley salen derrotados la izquierda y el PSOE".

La Ejecutiva de CC OO aseguró que la aprobación del anteproyecto de ley sitúa al Gobierno "entre los más autoritarios de Europa" y "deja en entredicho al propio Felipe González".

El anteproyecto de ley de huelga tampoco satisface a la confederación empresarial CEOE. Su presidente, José María Cuevas, declaró ayer a EL PAÍS que le parece insuficiente una norma que "no permite organizar la huelga del día 28" dado que no contempla la posibilidad de la declaración previa de ilegalidad o legalidad de la convocatoria.